Una amiga que

14 de julio de 2011 • 11:28

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JULIANA AWADA

"Tengo una amiga que..." es un mal comienzo. Así dice la gente cuando quiere hablar de sí misma pero no se anima. Lo hemos escuchado mil veces. Tengo un amiga que cree que el marido tiene una mina. Tengo una amiga que está teniendo onda con su jefe y no sabe qué hacer. Tengo una amiga que no acaba si no es con sexo oral. Tengo una amiga que salió con un tipo casado. Tengo una amiga que hace dos años que finge orgasmos. Tengo una amiga que.

Sin embargo, yo también tengo que arrancar así porque yo sí tengo una amiga en serio (como todos) que es unos años más grande que yo y está a punto de convertirse en una fiesta de botox y colágeno. Hasta hace un tiempo (unos años en realidad) yo no me daba mucha cuenta y ella nunca dijo nada al respecto.

No la conocía de chica así que no vi el enorme cambio y sólo lo noté cuando vi sus fotos de la infancia. Los labios inflados, los pómulos y ahora la frente exageradamente lisa y rígida. Es una mina linda que no tendría ni media necesidad de tocarse la cara, no todavía al menos. ¿Esas ganas que te dan de atajarla a Nicole Kidman y decirle? ¡Sos una BE LLE ZA y encima talentosa! Aflojale al toqueteo.

Después me hablo a mí misma.

¿Y vos que te metés, nena? Cada uno hace lo que se le canta con su vida y lo que vos creés que no va, al otro lo hace feliz. ¿Y qué? Andá saber las cosas que vos hacés que los otros desaprueban. ¿Quién sos vos para juzgar?

También me contesto, claro, porque ya saben que soy muy de hablarme a mí misma.

Pero posta si yo patinase me gustaría que alguien me pare el carro, que me diga: "Nena, se te está yendo la mano, estás bien así". Antes de que sea demasiado tarde, porque medio que perdés el criterio en algún momento.

De hecho, tengo recuerdos en los que he perdido el norte mil veces y siempre le reconocí los ovarios a la amiga que con todo amor se acercó a decirme algo.

Puedo charlar conmigo misma durante horas y no llegar a ninguna conclusión. No tengo absolutamente nada contra las mejoras estéticas pero creo que hay una delgada línea que cruzás para el otro lado sin retorno. Siento que ella está a punto de atravesarla. ¿Pero es la misma línea para todos o estoy aplicando mi lógica y faltándole el respeto? ¿De eso se trata aceptar al otro? ¿Le decís algo a tu amiga, "como amiga" o te quedás callada y no decís absolutamente nada?

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