Ayer a la noche me llamó Andy. Quería saber si nos podíamos ver esta semana. Le dije que prefería que no porque como me voy el martes que viene a la noche, quería estar en casa con los chicos el máximo tiempo posible.
"¿Pero ellos no van a ver al padre ningún día?"
Eeeeepaaa, qué pasó Andy?
Le contesté que no sabía, que íbamos a ver, pero que mis planes eran estar con ellos.
"No, no, te entiendo. Bueno, vamos hablando."
Educada y amorosamente lo saludé y le dije que sí, que hablábamos.
Lo cierto es que me pareció medio desubique su preguntita.
¿A qué venía?
¿A que desconfía de lo que le estoy diciendo?
¿A que le parece mal que los chicos no vean al padre esta semana?
¿A que yo le había contado que estaban 2 días con él?
Detesto que me discutan usando mis propias palabras como argumento. Me resulta totalmente infantil.
"Pero vos me dijiste, me acuerdo perfecto, que los chicos iban todas las semanas con el padre".
Ahá, sí, dije eso. Y esta semana no van. ¿O qué? ¿Tienen que ir porque yo lo dije?
Es como cuando mis hijos me dicen "me lo prometiste!" o "vos me dijiiiiiste".
Bueno, no sé si este es el caso, pero me sonó así. Por el tono, por el dejo de "exigencia" que había en su voz.
Está bueno no vernos por 2 semanas.
Me va a servir para saber si quiero volver a salir con él o no.
Mientras tanto. Nos saben lo ansiosa que estoy con este viaje. Vuelo por Delta. ¿Alguien alguna vez viajó por Delta? Tengo 3 horas en el aeropuerto de Atlanta.
Me dan un poco de miedo los aviones. Y estar sola sola, sola con mi alma me da nervios.
Va a estar bueno.
Sepan que estoy un poco monotemática con este asunto, ténganme paciencia.
Y también cuando esté allá. Por esos días, como les dije ayer, se me va a complicar postear todos los días o responder comentarios como corresponde. Pero sepan que los voy a leer, como siempre.