Viajera crónica: el encanto de viajar con mujeres
“La empatía de sentir exactamente lo que la otra siente nos alimenta”.
9 de marzo de 2018 • 00:01
¿Viajar entre mujeres? Sí por favor
Antes de “Chicas en NY”, hice un viaje con dos amigas que me cambió la perspectiva de lo que significa viajar. Esa vez, yo fui en busca de poner la cabeza en otro lado y sanar un dolor muy grande. A simple vista parece difícil, sobre todo cuando estás pasando por un mal momento y te cuesta volver a imaginarte disfrutando y riendo a carcajadas.
Pero si hay algo que las mujeres tenemos es una capacidad para relacionarnos entre nosotras. La conexión profunda con nuestras amigas, la forma en que nos contamos las historias (hasta el último detalle), la posibilidad de ponernos en el lugar de la otra, el instinto maternal, la empatía de sentir exactamente lo que la otra siente; nos alimenta y ejercita la mirada externa de nuestras emociones.
Esa facilidad para contarnos casi una vida a la semana de conocernos es un gran diferencial con respecto a las relaciones que tienen los hombres entre amigos, que, por lo general, están más relacionadas a las actividades (trabajo, deportes, etc.).
Nuestras temáticas rondan las emociones, siempre buceando en nuestro interior, entre risas o lágrimas, como si estuviéramos haciendo un rechequeo de nosotras mismas y de la situación que estamos atravesando. Y si esto pasa en un viaje, en el que compartís muchos momentos, no hay forma de que no vuelvas renovada.
Entre chicas nos conectamos de manera diferente y armamos una especie de sistema de apoyo que nos ayuda a lidiar con el estrés y lo difícil de la vida. Una vez leí que el “tiempo entre amigas” nos ayuda a fabricar más serotonina (un neurotransmisor que ayuda a combatir la depresión y puede producir una sensación general de bienestar).
Al juntar todo esto con mi experiencia de aquellos viajes, decidí organizar viajes para mujeres. Dejando de lado el destino y pensando en tender redes que generen lazos duraderos. Por eso, aunque pueda resultar una frase hecha, estoy absolutamente convencida de que “juntas somos más”.