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Siempre que vayamos a tirar la cadena, debemos cerrar la tapa del inodoro, y otros consejos al usar baños públicos

¿Temés por bacterias que puedan circular en los baños públicos? La ginecóloga Flor Salort nos saca todas las dudas.


Hacer pis en lugares públicos: ¿qué cuidados tenés que tener?

Hacer pis en lugares públicos: ¿qué cuidados tenés que tener? - Créditos: Getty



Muchas de nosotras no usamos los baños públicos por miedo a infectarnos o contagiarnos de alguna enfermedad. Y porque nos “da cosita”. La realidad es que somos muchas las que cuando vamos al baño no nos sentamos, hacemos pis paradas o directamente hacemos malabares para aguantar el pis hasta casa.

¿Te identificas con alguna de estas actitudes? ¿Dónde te imaginás que está el mayor peligro de los baños públicos? De esto trata mi columna: les traigo todo lo que tienen que saber acerca de cuáles son los riesgos verdaderos de utilizar los baños públicos, un tema del que mucho no se habla pero que implícitamente la mayoría de las personas cree que hay que “cuidarse de”.

Y sí. La realidad es que existen cuidados que hay que tener. Pero no siempre son esos que pensamos que hay que tener en cuenta sino otros, los verdaderamente importantes para nuestra protección.

La realidad es que es muy difícil que nos lleguemos a contagiar de alguna enfermedad infecciosa (como ser el HPV, parásitos, Trichomonas, etc), en algún baño público por el simple hecho de sentarnos en la tabla. Esto es así por varios motivos: el primero es que los virus, la mayoría de las bacterias y parásitos, para poder sobrevivir necesitan sí o sí de un huésped (por ejemplo: una célula de nuestro cuerpo). Sin un huésped, su esperanza de vida por fuera de él es muy corta. Por otro lado, la mayoría de las infecciones de trasmisión sexual necesitan el contacto de piel a piel o entre fluidos corporales (semen, flujo, sangre, etc.) y mucosas.

Para dar un ejemplo, las bacterias como la gonorrea y la clamidia no sobreviven por mucho tiempo sobre las superficies y, para causar infección, necesitan contacto con nuestra mucosa, como ser de la vagina o la uretra. Es decir, ya de por sí cuando nos sentamos y apoyamos la cola en la tabla no estaríamos contactando con el “sitio exacto” para infectarnos.   

 

Segundo: en caso de que existiera un posible “bicho” sobre la tabla del baño (como ser en una gotita de sangre), aún así el riesgo de contagiarse sigue siendo bajísimo. Esto es así porque debería existir en nosotras al sentarnos algún tipo de lesión que funcione como puerta de entrada para esos microorganismos y que se dé en un tiempo extremadamente corto. O sea, se tienen que dar muchísimas coincidencias juntas para la posible transmisión.

 

Con esto, lo que intento transmitirles es que es muy poco probable que el baño público implique un verdadero riesgo para nuestra salud en cuanto a infecciones de trasmisión sexual. 

Por supuesto, sería ideal que, si nos vamos a sentar en el inodoro, antes de hacerlo miremos si no hay fluidos tipo sangre, orina o materia fecal y limpiemos la tabla. Lo podemos hacer con papel y un poquito de agua o con papel que tenga alcohol en gel o incluso una toallita húmeda.

También, en caso de que sepamos que no nos vamos a lavar las manos después de haber ido al baño (lo cual, no es lo ideal) evitemos tocar las superficies tanto como podamos y nuestra cara hasta que podamos lavárnoslas. 

Pero entonces, Flor, ¿qué tengo que saber acerca del baño público? ¿Estuve toda mi vida creyendo que hay un peligro cuando en realidad no lo hay? 

Bueno, no es tan así. Hay tres pilares fundamentales que tenemos que saber, el a, b, c de los cuidados que hay que tener un baño público. Acordate de estas tres simples cosas cada vez que vayas a un baño público y, lo más probable, es que nunca tengas una dificultad ya que son estas las mayores probabilidades de pescar una infección. 

  • Lo primero que tenemos que saber es que siempre que vayamos a tirar la cadena, debemos cerrar la tapa del inodoro para que todos los microorganismos que se encuentran ahí dentro queden atrapados en la tapa y en el mismo inodoro y no se liberen en forma de partículas con el mayor riesgo de inhalarlas.

  • Lo segundo, pero no menos importante, es recordar que los tres elementos más sucios y contaminados de los baños públicos son las canillas, los picaportes de las puertas y el botón de la cadena. Entonces siempre al salir del baño lo ideal sería que nos laváramos las manos con agua y jabón. ¿Y si justo no hay agua y jabón en el lugar en donde estoy? Podemos usar alcohol en gel sin ningún problema. 

    Otra opción es agarrar papel y tocar las canillas, picaportes y la cadena a través del papel y luego limpiarnos aparte las manos una vez afuera del baño.

  • Por último, para que tengamos en cuenta, si llevamos un bolso o una cartera a un baño público evitemos ponerlo en el piso, ya que es otra de las superficies más contaminadas del baño. También acordémonos de no apoyar en cualquier lugar nuestro teléfono para evitar que entre en contacto con superficies que están contaminadas.

Amigas, ahora, ya saben: la próxima vez que estemos fuera de casa y nos den ganas de ir al baño, animémonos y vayamos. Como siempre les digo: el conocimiento es poder. Ahora podemos ir al baño tranquilas porque contamos con la información necesaria para cuidarnos. Así que, por favor, ¡no nos aguantemos el pis!

Contener las ganas de ir al baño tiene un costo para la salud de nuestra vejiga. Entre muchas cosas, no vaciar la vejiga cuando sentimos la necesidad de hacerlo puede desencadenar alteraciones como dolor vesical, infecciones urinarias, puede favorecer la aparición de incontinencia urinaria (a través de un mecanismo que se conoce como incontinencia urinaria por rebosamiento o urgencia urinaria, etc).

 

Por otra parte, puede ocasionar la distensión del músculo encargado de vaciar la vejiga (el famoso músculo detrusor) y provocar retenciones urinarias posteriores y vaciamiento incompleto, lo que termina favoreciendo también dolores e infecciones, entre otras cosas. 

Un último consejo o deseo: aportemos entre todas con nuestro granito de arena y acordémonos de ser solidarias y siempre dejar el baño en buenas condiciones para que la próxima persona que venga detrás nuestro lo encuentre de la misma manera que a nosotras nos gustaría encontrarlo. ¡Cuidémonos entre todas!

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