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Detrás de este dolor se encuentra tu nueva vida: qué nos ayuda a reparar

Laly Fernández nos dice que, aunque es difícil, está bueno enfrentar el dolor que se nos presenta. Nos vino a mostrar algo que necesitamos sanar. Propone prácticas para salir adelante.


Reiki: una de las formas de sanar el dolor.

Reiki: una de las formas de sanar el dolor. - Créditos: Getty



Tantas veces huimos de sentir ese dolor, esa angustia que oprime el pecho y hasta parece cortarnos la respiración. 

Algunas veces escapamos prendiendo un cigarrillo, o tomando una copa de vino para "ahogar las penas". Otras veces, viene bien la pastillita para dormirnos y silenciar esos pensamientos agotadores que llevan una y otra vez a revivir esa situación o situaciones y que construyen un escenario futurista digno de la mejor película melodramática. 

Algunas también se desconectan pasando horas frente a la pantalla, ya sea haciendo maratones de series o scrolleando videos, frases, bailes y más en las redes sociales. 

El objetivo es el mismo: dejar de sentir, aunque sea un ratito. 

Sin embargo, ese inmenso dolor que hoy sentís te está marcando que algo ha llegado a su fin y que necesitás comenzar de nuevo en algún o algunas áreas de tu vida. 

Te encontrás atravesando un duelo de lo que no fue, de lo que podría haber sido, de lo que te hubiese gustado que fuera. La realidad no se amoldó a tus expectativas. Y duele. 

Puede ser una pareja que comenzó con todo el amor y la intensidad, pero luego el diálogo se volvió hiriente, comenzaron a faltar los espacios personales, los cuestionamientos, las infidelidades… 

Puede ser que el ambiente que hay en tu trabajo ya sea demasiado pesado para ti, o que no te paguen lo que valés, o que te hayan despedido sin explicaciones…

Puede ser que el dinero nunca alcance, que las deudas asfixien y que esta situación te haya absorbido todas las fuerzas y la motivación para mirar tu vida desde un lugar diferente. 

O quizás un diagnóstico que no esperabas…

Traiciones, manipulaciones, pérdidas, desilusiones… 

Son tantas las situaciones que generan dolor y que pueden introducirnos en la noche oscura del alma. Cuando sentimos que todo perdió sentido.

Aunque es difícil, aunque en este momento no puedas ver la salida, te invito a que no huyas. A que lo enfrentes. Este dolor, esta situación vino a mostrarte algo que necesitás sanar y que permitirá a tu alma seguir evolucionando. 

Hoy tenemos a nuestro alcance múltiples herramientas para atender estas situaciones. Tranquila que no estás sola. 

Aquí te comparto algunas opciones e ideas: 

Cómo podés aliviar las emociones

Reiki
Flores de Bach
Aromaterapia
Baños de inmersión con sales y esencias
Masajes bioenergéticos. 
Meditar
Yoga

Cómo podés ocuparte de mirar y sanar ese dolor

Terapia
Constelaciones Familiares
Coaching
Biografía humana
Bioneuroemoción

Tené en cuenta que lo primero es liberar esas emociones que están nublando y opacando tu vida en este momento. Por eso, la importancia en tu autocuidado y que puedas asistir a alguna sesión de reiki, que te mimes en tu hogar con esencias, con sonidos de la naturaleza, con infusiones y todo aquello que te ayude a volver a vos. 

Luego, es momento de mirar tu dolor. ¿De dónde viene? ¿Qué recuerdo activó? ¿Qué es lo que necesita ser mirado a través de esta situación? Aquí puedes recurrir a alguna terapia que resuene con vos. 

Después de la toma de consciencia, de haber mirado ese dolor es cuando comienza el cambio. Aquí es cuando clarificás la vida que querés vivir y comenzás a cambiar pensamientos limitantes por afirmaciones, tomar decisiones diferentes, actuar y generar nuevos hábitos que te lleven a cumplir tus sueños. 

En un paso a paso, conectada con vos misma, conectada con tu amor propio… Llegará un momento, cuando menos te lo esperes, que estarás del otro lado del dolor viviendo esa vida que te planteaste en tu proceso de sanación. 

Te deseo un calmo proceso de sanación y desde aquí te envío un fuerte abrazo virtual que te acompañe.

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