Bienestar: 4 claves para desactivar el miedo
Después de las elecciones PASO, en las que Javier Milei resultó el candidato presidencial más votado, se instaló una sensación de miedo. Sole Simond nos acerca herramientas que pueden servirnos para lograr mantenernos enteras en medio de lo incierto.
15 de agosto de 2023 • 15:49
Claves para desactivar el miedo. - Créditos: Getty
“Tengo miedo”, escuchamos desde el domingo de las elecciones PASO en las que Javier Milei resultó el candidato presidencial más votado . Nos tomó una sensación de incertidumbre y angustia. Lo charlás en tu familia, con tus compañeros de trabajo, lo leés en redes, lo debatís con tus amigos. Los contextos de transición siempre son atemorizantes, especialmente cuando nadamos en aguas completamente impredecibles y desconocidas.
Entonces, pensé algunas herramientas que pueden servirnos para acompañarnos en el miedo, y lograr mantenernos enteras en el caos. No es valiente el que no tiene miedo, si no el que sigue de pie aun con miedo, porque las soluciones se encuentran en la calma y la claridad.
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Entender el mensaje del miedo: preguntate: “¿qué me atemoriza que suceda?, ¿cómo puedo bajarlo a tierra?”. Muchas veces, la mente tiende a entrar en terrenos apocalípticos, sin embargo, en los momentos de decisión, y cuando necesitamos mantener la mente clara, lo mejor es ir de menos a más. Entonces, ¿cuál es el riesgo real hoy? Llevalo a la fracción de tu día a día. Poder acorralar el miedo con datos es clave. ¿Qué es lo que te genera inestabilidad? Una vez que tengas esta respuesta, podés crear un punteo de soluciones y experiencias previas que te ayudaron en el pasado con desafíos similares. Lo peor que te puede pasar con el miedo es que te inmovilice, que se instale esa sensación autodestructiva de agitación mental con parálisis actitudinal.
2
Desactivar las voces apocalípticas: estamos rodeados de personas que están en constante sensación de pánico y la mejor manera que tienen de administrar ese sentimiento es compartiéndolo. Está bien, pero a veces, en situaciones críticas, la contemplación y el silencio suelen ser mejores aliadas que seguir echando leña al fuego. A veces, es apagar la tele, pedirle a tu compañera de trabajo que por favor no le den más vuelta al tema, o pedir ayuda a quienes sentís que pueden aportarte una nueva perspectiva. En nuestra vida tenemos autonomía sobre nuestro relato mental, eso que te cuentes genera tu propia realidad y, si vivís con la sensación de “vida o muerte”, no podés seguir con tu vida. ¿Qué deberías hacer para bajarle el volumen al miedo?
3
Observar cómo se aloja la emoción en el cuerpo: tomá conciencia de si algo se alteró en tu organismo; quizás es que se aceleró tu respiración, o que tenés un poco de taquicardia, o que empezaste a salivar más (es un mecanismo animal de defensa), o que el cuerpo se tensiona, puede ser que se te cerró el pecho, o sentís pesadumbre en la cabeza. Llevar tu atención a la emoción sirve para descomprimir, darle espacio, aliviar la incomodidad. En general, resistimos ese impacto emocional, pero poder entender cómo se manifiesta ayuda a poder respirar más profundo, ocuparnos de esa contractura, ponerle conciencia a lo que sucede de modo inconsciente.
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Avanzar aún con miedo: esta es una frase ya trillada, pero es así, sentimos y vamos a sentir miedo, especialmente en momentos de incertidumbre e insatisfacción, pero la vida sigue. Y ese compromiso por nuestra salud mental se convierte en un desafío íntimo y personal. El miedo siempre va a meter la cola, y nosotros somos equilibristas en una cornisa que a veces se llama país, otra relaciones, otras desarrollo profesional, otras mi felicidad. En definitiva, en cualquier momento de emergencia serán más útiles aquellos que se mantienen despiertos y no envueltos en el caos colectivo o personal; aquellos que pueden decir: “ok, esto está sucediendo, sí, tengo miedo, ¿qué puedo hacer?”.