¿Qué hace una wedding planner? ¿Es necesario contratar una?
Agus Cabaleiro se casa con su novia Maki y en esta columna va contando infidencias de este tiempo tan especial para ambas.
31 de agosto de 2023
Agus Cabaleiro se casa y devela lo que hay que tener en cuenta antes de tomar esta decisión. - Créditos: Gentileza Agus Cabaleiro
Una de las pocas cosas que sabía con certeza cuando decidimos casarnos es que quería una wedding planner. Más allá de la obvia cuestión monetaria que implica tener alguien que organice tu casamiento (aunque la WP también tiene contactos que por ir de su parte pueden hacernos un descuento) hay algunos factores claves a tener en cuenta para evaluar si realmente vale la pena.
Creo que la primera pregunta que tenemos que hacernos es qué tipo de evento estamos buscando. Porque el matrimonio en realidad es un trámite en el registro civil, pero la fiesta, el vestido y la decoración son cosas en las que podemos invertir muchísimo dinero o prescindir completamente. Hay parejas que hacen una cena en un bar o una mini fiesta en el sum de su edificio y no por eso el festejo deja de ser hermoso. El tipo de fiesta (o si quieren una fiesta incluso) tiene que adaptarse a los gustos de la pareja antes que nada.
Ahora bien, en el caso de que quieran hacer un evento más grande ahí es cuando pasamos a las siguientes cuestiones. La primera, ¿qué tan involucrado querés estar con el proceso de armar esa fiesta? Y en ese punto no me refiero al tiempo que conlleva, sino cuánto nos importan algunos detalles. Quizá a la mayoría de las parejas les importe el salón donde se festeja y los looks que van a usar, pero hay detalles como el menú, el show (si es que quieren uno), la torta, el dj, etc. Hay algunos salones que están ofreciendo paquetes como si fueran para irte de vacaciones en el cual te incluyen por un precio más bajo que contratando todo por separado, un pack de salón con torta, foto, video, show, menú, barra, etc. ¿La contra? Que estas cosas están estandarizadas y no podés modificarlas ni traer proveedores externos. pero no es una mala opción para parejas que quieran fiestas grandes sin tener que tomar un millón de decisiones sobre cosas que no les importan.
Otra de las claves por las cuales decidí desde el primer momento que quería una wedding planner es, como mencioné más arriba, el tiempo que lleva organizar todo. Cuando cumplí 15, época donde tenés que decidir si preferís el viaje o la fiesta, los defensores del viaje a Disney decían que era mejor porque la fiesta duraba una noche mientras que el viaje 10 días. Pero en realidad armar una fiesta de semejante magnitud es un proceso que comienza desde que empezás a buscar las referencias para decorar el salón hasta que volvés a tu casa después de tu boda con los zapatos en la mano. Cuando tenés una wedding planner no es que te va a armar un casamiento estándar, sino que te va a dar opciones según el presupuesto y el estilo de boda que quieran para ahorrar tiempo. Caso contrario, tendrías que llamar a cada proveedor por separado, averiguar presupuestos, acordarse de pagar todo, coordinar visitas y calls ustedes en pareja.
Otro pro de organizar el casamiento con una wedding planner es que, justamente, se dedica a serlo. Parece una obviedad, pero esto es clave: ella es la que tiene en cuenta problemas, inquietudes y consideraciones que nosotras (como nunca nos casamos o al menos no tantas veces como casamientos organizó ella) ni nos imaginamos.
Cuando arrancamos a organizar el casamiento con nuestra WP teníamos en mente un estilo particular y conocíamos un salón que matcheaba con esa vibe. Ella nos dijo que era hermoso, pero que la estructura de los baños no se bancaría a las 110 personas que queremos invitar porque es una casona muy vieja. Jamás en la vida me hubiera imaginado que tenía que considerar si estructuralmente un baño estaba listo para recibir invitados, y más aún, habiendo visto varios casamientos en ese lugar.
Imagínense el día de nuestra boda sin baños para 110 personas en una casona en el medio del campo, podría haber sido un desastre. Además, también tiene ideas que no encontrás ni buscándolas en Pinterest. En nuestro caso por ejemplo, siendo dos mujeres, cómo caminar al altar. No podemos tener una ceremonia religiosa obviamente pero sí queremos hacer una en el mismo lugar del casamiento como muchas parejas, lgbt o no, deciden hacer hoy en día. ¿Caminamos juntas al altar? ¿Entramos separadas y una espera a la otra? ¿Entramos con nuestros papás?
Agus Cabaleiro - Créditos: Gentileza Agus Cabaleiro
Por último, en todos los casamientos pasa algo imprevisto que hay que resolver. Pasa todos los días de la vida y obviamente también va a pasar en tu casamiento. Son las WP las que tienen esas herramientas para no solo revolver esos problemas sino también para proveerlos y que no nos estresemos. Como dije arriba, nosotras nunca nos casamos (o al menos no trabajamos de eso) así que hay muchas cosas que se nos pueden escapar o que en el momento crítico no sabríamos como resolver. O que si podemos resolver a cambio de quizá perdernos tiempo de la fiesta o estresarnos en un día tan importante.
La elección entre un wedding planner o hacerla vos misma depende de tus preferencias, tu presupuesto y de cuánto tiempo querés poner. Ambas opciones tienen sus ventajas, así que elegí la que te haga sentir emocionada y segura mientras se acerca ese día tan especial.