Generación X: ¿las marcas ya nos olvidaron?
Somos la generación que vio Friends y Seinfeld. Somos una generación que tiene una actitud juvenil en el modo de ver la vida, pero que no deja de reconocer las nuevas necesidades de esta etapa. ¿Qué nos proponen las marcas?
19 de abril de 2023
Friends, una serie icónica para la Generación X. - Créditos: Archivo
Al nacer, nadie dice que pertenece a una generación determinada. Ni los baby boomers se decían a sí mismos baby boomers ni los millennials se llaman a sí mismos así. Tampoco los Gen X se autodenominan como tales.
Esto significa que siempre hay un “otro” que le pone un nombre a lo que percibe diferente. Siempre es uno –usualmente el que está antes– que dice: “Esta gente es rarísima”. Y esto es súper útil en el mundo del marketing y las marcas, que suelen ponerle un nombre a cada generación como forma de identificarla y de simplificar la forma de trabajar con cada una de ellas. Cada uno de estos grupos o generaciones, más allá de los gustos individuales, tiene cosas en común en cuanto a valores, gustos y preferencias.
¿Quiénes somos (sí, yo soy parte) los Gen X? Somos la generación que fue al cine a ver Reality Bites y quería vivir como los protagonistas. Somos la generación que vio Friends y Seinfeld, y nada de lo que veíamos nos hizo ruido (probá ver esos shows con tus hijos y vas a ver de qué hablo). Somos la generación que bailó con Madonna y Cindy Lauper, pero que ya no agarró tanto a Britney Spears, la que viajaba en auto con sus padres sin llevar el cinturón de seguridad, pero que nunca permitiría que sus hijos viajaran sentados adelante hasta no cumplir los ocho años. Somos la generación que no se siente grande como sus padres, pero tampoco somos tan jóvenes como nuestros hijos.
Somos una generación que –por primera vez en la historia– tiene una actitud juvenil en el modo de ver la vida, pero que no deja de reconocer las nuevas necesidades de esta etapa. Es así como las marcas y los servicios crean nuevas propuestas que se adaptan a este mercado. Productos para la menopausia que no son sinónimo de “vieja”. Ofertas de turismo con otros acentos, pero que no son “para seniors”.
Por supuesto que, como todo, la versión horrible de un Gen X sería el clásico “pendeviejo”, pero gente horrible hay en todas las épocas. En definitiva, los Gen X somos como un vino, que madura –porque “envejece” no sería el término correcto– y va cambiando con el tiempo, siendo cada vez más interesante y con matices, encontrando lo mejor de la vida, aprendiendo y encontrando lo mejor de cada momento.
Y, por supuesto, a todo esto, sumando un nuevo dolorcito cada mañana. Pero eso es la vida. La clave está en cómo nos lo tomamos. Y la respuesta es, con una sonrisa y viviendo lo mejor del momento: como un verdadero Gen X.