Series de televisión: qué hace que nos enamoremos de una historia

El universo de las series de televisión es gigante y resulta difícil encontrar aquella ficción que te engancha. Geek Out es el espacio en donde nos encantaría que vengas a debatir esas historias que estás mirando.

por

Sole Venesio

29 de julio de 2022

¿Por qué nos enamorarmos de una serie de televisión? - Créditos: Sole Venesio

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Cierro los ojos y me pongo a pensar en el primer recuerdo que tengo alrededor de la televisión. Lo veo con total claridad: es verano, mi mamá me saca de la pelopincho naranja que teníamos en el jardín y me envuelve en un toallón pesado. Me deja sentada en el piso de su cuarto, prende el televisor, me prepara una chocolatada fría y me dice "Ahí arrancan los Pitufos". Con mi hermano festejamos porque solo hay dibujitos a las cinco de la tarde y ya pensábamos que nos los habíamos perdido.

Avanzo hacia adelante en mi cabeza y armo la lista de las primeras series de las que me enamoré: Halcones Galácticos, X-Men, Clarissa lo explica todo, Sabrina, la bruja adolescente y —muchos años más tarde— Buffy, la cazavampiros, Ally McBeal y Dharma & Greg.

Mientras escribo esto le sonrío, como una tonta, a la pantalla que tengo enfrente e inevitablemente me pregunto: ¿qué será lo que hace que nos enamoremos de una historia seriéfila?

Una verdad: la tele que nunca fue una caja boba

El universo de la televisión cambió muchísimo; tanto que hasta parece anticuado hablar de 'series de televisión' cuando —en realidad— cada vez más se multiplican los dispositivos en los que miramos ficciones. Atrás quedaron los años en que había uno o dos televisores por casa y la época que, estar frente a la pantalla, también era una experiencia que compartíamos con otros miembros de la familia o amigos.

Así es como pasamos tres edades de oro y hoy los intelectuales llaman a esta etapa PeakTv, ¿qué significa? Básicamente que nuestro consumo se caracteriza por el ondemand, el ongoing, las multipantallas y producciones de altísima calidad que terminaron de romper con la vieja idea de la televisión como una caja boba de contenidos sin ningún tipo de valor. Hechos que hoy tenemos completamente naturalizados pero que, hace no tanto tiempo, parecían imposibles.

Pero mientras que para todo fanático de la televisión el momento histórico que estamos viviendo es una locura de felicidad, la pregunta sobre qué nos conecta con esa historia con la que nos fanatizamos sigue presente. En ese sentido creo que podemos pensar en una gran razón súper romántica: las emociones. Cómo esa ficción que estamos mirando nos impacta desde lo sentimental ¿Nos hace reír? ¿Nos genera angustia? ¿Nos provoca miedo o curiosidad? ¿Nos ayuda a soñar con algo que no creíamos posible? ¿Acaso logró inspirarnos? ¿Nos ayuda a escapar un ratito del día a día y nos trae tranquilidad?

Es que, déjenme confesarles algo que aprendí hace mucho tiempo, es que es imposible que miremos diez horas de contenido si esos episodios no nos generan nada.

5 reglas seriéfilas que está buenísimo que sumes

1
No hay placeres culposos. No hay series chiquitas o grandes porque, en definitiva, lo único que importa es que disfrutemos de lo que estamos mirando. Desde hace muchísimos años promuevo una idea que me parece clave y que, lamentablemente, todavía cuesta en algunos fandoms: no siempre necesitamos de lo mismo. Así como a veces podemos involucrarnos con ficciones súper profundas y complejas, está bien aprovechar los días que solo deseamos engancharnos con aquella historia que no te exige mucho y que podemos disfrutar con poco compromiso.
2
Dejemos de lado la carrera. El bombardeo en redes sociales puede generarnos cierta ansiedad al sentir que nos estamos quedando afuera de algo pero, seamos honestos, disfrutar de una ficción episódica está lejos de ser una carrera. Por eso es clave aprender que nunca se llega tarde a una serie, así como tampoco hay una obligación de estar al día con todas las cosas que estrenan.
3
Mirar una serie es, siempre, una experiencia individual que podés hacer grupal. Tanto si somos de los seriéfilos que disfrutan de una ficción a la vez o nos gusta estar mirando varias historias en simultáneo. Tanto si nos involucramos al 100% con el fandom o si apenas charlamos con nuestros amigos sobre eso con lo que nos fanatizamos.., mirar una serie es una experiencia individual que se ve fuertemente impactada por nuestro estado de ánimo, las ficciones (¡todas!) que miramos antes, nuestra cercanía o no a la historia y hasta... si el actor protagonista nos copa. Que todos amen una ficcion no tiene una conexión directa con que nosotros la disfrutemos. Así que, si alguien nos hace sentir lo contrario, tenemos un par de red flags a las cuales prestarles atención.
4
En las series, existen las segundas oportunidades. Así como no hay un tiempo ideal para mirar una serie de televisión, muchas veces, cuando un show no nos termina de convencer es porque —en ese momento— quizá necesitamos buscar otro tipo de historia. Por eso está buenísimo que dejemos de lado la vieja rutina de "termiar todo lo que se arranca" y no sigamos con el show que no nos engancha: si nos dan ganas, podemos volver a darle una oportunidad ¡al mejor estilo del zapeo moderno!
5
No estás solo. Entre mi grupo de amigos creemos fervientemente que existe un síndrome del seriéfilo solitario que hace que, los amantes de las ficciones televisivas, tendamos a sentir que somos los únicos que están mirando esa historia en particular. La verdad es que eso raramente pasa: si entramos al hashtag en Twitter, Instagram o TikTok; si compartimos que la estamos mirando y por qué la amamos tanto; si iniciás la conversación mientras almorzamos con nuestros compañeros de trabajo; las chance de que econtremos a alguien para charlar son altísimas.

Ahora bien..., ¿qué es esa serie que estás mirando? Yo, Extraordinary Attorney Woo. Un k-drama súpe dulce de Netflix que se convirtió en mi remedio para esos días díficiles en donde quiero creer que el mundo puede teñirse de un amor sin barreras.

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