Tendencias de consumo 2024: vivir experiencias como una nueva forma del placer
En una era marcada por la incertidumbre económica, la analista de tendencias de consumo Ximena Díaz Alarcón, explica cómo elegimos los nuevos placeres de nuestra vida cotidiana.
2 de febrero de 2024
¿Por qué se priorizan experiencias como la tecnología, las salidas a comer, los eventos musicales o las reuniones con amigos por encima de la inversión en bienes duraderos? - Créditos: Collage de Valentina Bussi
En una era marcada por la incertidumbre económica y la dificultad para asegurar un futuro financiero estable, las tendencias de consumo que observamos para el 2024 nos dicen que las nuevas generaciones se enfrentan a un dilema desafiante: ¿cómo equilibrar el deseo de posesiones a largo plazo con la realidad de un horizonte económico incierto?
En Argentina, esta tensión se ve exacerbada por la inestabilidad económica crónica que ha arraigado una mentalidad de vivir el presente. ¿Por qué se priorizan experiencias como la tecnología, las salidas a comer, los eventos musicales o las reuniones con amigos por encima de la inversión en bienes duraderos como viviendas o vehículos?
El motivo radica en la necesidad psicológica de encontrar compensación frente a la dificultad para alcanzar objetivos financieros a largo plazo. La juventud está abrazando el carpe diem, enfocándose en el disfrute inmediato para mitigar la ansiedad generada por la inestabilidad económica. En lugar de esperar indefinidamente por la adquisición de bienes materiales que pueden parecer inalcanzables, prefieren experimentar la vida al máximo en el presente.
El consumo de experiencias proporciona una sensación inmediata de gratificación y pertenencia. La tecnología se convierte en un vehículo para la conexión instantánea y el acceso a un mundo virtual que ofrece escape y entretenimiento. Las salidas a comer representan más que una simple comida; son encuentros sociales que brindan momentos de alegría y conexión humana. Los eventos musicales y las salidas con amigos ofrecen experiencias sensoriales y emocionales que se valoran más que la acumulación de bienes materiales.
Los eventos musicales y las salidas con amigos ofrecen experiencias sensoriales y emocionales que se valoran más que la acumulación de bienes materiales. - Créditos: Getty Images
En este contexto, la inestabilidad económica no solo genera tensiones, sino que también moldea un fenómeno social donde el enfoque se desplaza hacia el “aquí y ahora”. La incertidumbre fomenta una mentalidad de priorizar la felicidad y la realización personal en el presente, ya que el futuro puede parecer demasiado inestable para planificar a largo plazo.
En lugar de considerar este enfoque como una falta de previsión, podría interpretarse como una respuesta adaptativa a un entorno desafiante. Estas generaciones han aprendido a encontrar la plenitud en experiencias inmediatas, ya que el futuro parece estar en constante cambio e inaccesible para muchos.
Mientras las condiciones económicas sigan siendo volátiles, es probable que este patrón de consumo basado en experiencias persista. Adaptarse a esta realidad implica comprender que la búsqueda de la felicidad y el bienestar no siempre se encuentra en la acumulación de bienes materiales, sino en la apreciación y disfrute de los momentos presentes, aunque efímeros.
En última instancia, esta tendencia no solo refleja una preferencia por lo efímero, sino que también revela una redefinición de valores donde la riqueza se encuentra en la experiencia y la conexión humana, más que en la acumulación de posesiones materiales.
En esta nota: