Dogging: la fantasía sexual que se popularizó en Inglaterra y ya es furor en Argentina

“Si de disfrutar ser mirados se trata, hay ahí fantasías que las personas tienen y que encuentran en ciertas prácticas los modos de canalizarlas, como la martimaclia (parafilias) que define la excitación que siente alguien mientras es observado por otras personas. Dentro de esta, está el llamado Cancaneo o Dogging, sería una subcategoría de la martimaclia”.

¿En qué consiste? “Algunas personas se excitan teniendo un encuentro sexual en parques o plazas. Esta práctica nace en Inglaterra, ya que al sacar a pasear el perro a un parque algunos/as aprovechan para tener encuentros sexuales casuales con otras personas que también paseaban a sus perros”.

En parejas estables, el dogging simplemente se acuerda dónde y cuándo se realizará. Salen con el perro a pasear ¡y manos a la obra! Sin embargo, para las relaciones polígamas y solteros a quienes les gusta experimentar, existen sitios web creados para ese fin. “En nuestro país existe un sitio en el que se pueden encontrar lugares y personas afines. Puede practicarse siendo heterosexual, homosexual, parejas, solos y solas”, informa Analía.

Hay personas que se muestran ante otros en la vía pública en desnudez o masturbándose, lo que se asume como un rasgo patológico. “Pero en lo que se describe aquí, se amplía la mirada, poniendo el acento en dar rienda suelta a algunas fantasías, acordadas por personas y buscando los lugares apropiados para poder concretarlas, por ello hay espacios que se ubican como los propicios para poder encontrarse”, explica la especialista.

Se pueden vivir libremente las fantasías, siempre y cuando se practique entre adultos y esté explicitado el consentimiento. “Cabe resaltar que resulta controversial el hecho de querer cumplir una fantasía cuando eso implique que otra persona pueda estar expuesta a una vulneración e invasión de su privacidad”, aclara.

Lo cierto es que vivimos en una cultura en la existe un guion sobre lo que se ‘’debe’’ hacer en un encuentro sexual, “cuántas personas deben estar, los lugares en los que hay que hacerlo, los rituales para llegar a ello, entre muchos aspectos que están impuestos y que mucha gente suele seguir en su mayoría. No obstante, es necesario recalcar que todas las personas somos muy diferentes en los modos de expresar nuestras sensaciones placenteras, aunque vivamos en una cultura similar”, concluye.

Experta consultada: Lic. Analía Lilian Pereyra, Sexóloga Clínica y Educativa. IG: @licenciadaanaliapereyra