Capa de ozono: el agujero se posó sobre Argentina. - Créditos: Getty
El agujero de la capa de ozono, una de las preocupaciones ambientales que desde hace décadas se advierte, podría ser el más grande desde 2015. Entre el jueves 21 y el viernes 22, se posicionó en Argentina sobre la provincia de Tierra del Fuego, según informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
Si bien las estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dicen que dentro de las próximas cuatro décadas podría acortar sus dimensiones, el hoyo en la atmósfera actual podría ser el más grande desde 2015.
El informe cuatrienal del Grupo de Evaluación Científica del Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono confirma que la eliminación progresiva de casi todas las sustancias prohibidas que la dañaban consiguió proteger a este escudo protector del planeta, lo cual permitió una notable recuperación en la estratosfera superior y una disminución de la exposición humana a los perjudiciales rayos ultravioleta del sol, según informó la ONU.
Cada año, entre agosto y diciembre se vuelve a formar el agujero de ozono, lo que favorece a una mayor penetración de los rayos ultravioletas (UV) del sol.
Según indica el informe cuatrienal del Grupo de Evaluación Científica del Protocolo de Montreal, se confirmó que hay una notable recuperación en la estratosfera superior y una reducción de la exposición humana a los rayos, que son nocivos para la salud. Sin embargo, el agujero de ozono de 2023 podría ser el más grande en ocho años: llegaría a medir más de 16 millones de kilómetros cuadrados, según información del programa Copérnico de la Unión Europea.
Los efectos de los rayos UV en el país
El Servicio Meteorológico Nacional informó que, debido al clima nublado cuando el agujero de ozono estuvo sobre el sur de la Patagonia, el efecto de los rayos UV fue reducido.
Asimismo, recomendó utilizar protector solar, sombreros o anteojos protectores, y evitar la luz solar directa cuando sea posible, puesto que los rayos UV pueden causar quemaduras, cataratas, y hasta cáncer de piel.
Según las estimaciones de las Naciones Unidas, de mantenerse las políticas actuales, se espera que la capa de ozono recupere los valores de 1980 (antes de la aparición del agujero) aproximadamente hacia 2066 en la Antártida, en 2045 en el Ártico y alrededor de 2040 en el resto del mundo.
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