Eugenia: así es la planta que es fácil de cuidar e ideal para esta temporada

"Es un arbusto perenne que permanece verde durante todo el año, lo que lo convierte en ideal para ubicaciones cercanas a la vivienda, entradas y cercos. Aunque su desarrollo en setos es gradual, una vez establecido resulta excepcionalmente atractivo y manejable, exhibiendo delicadas flores blancas y cautivadores frutos rojizos que realzan su atractivo ornamental", describe Mechi González Prieto, experta de DeRaíz.

En su hábitat natural, este arbusto puede alcanzar dimensiones impresionantes de hasta 15 metros de altura, con un tronco que puede expandirse hasta los 35 centímetros de diámetro. Sus hojas, que oscilan entre los 3 y 9 centímetros de longitud, protagonizan un espectáculo cromático fascinante: emergen con tonalidades rojizas, maduran en diferentes matices de verde y, al aproximarse el frío, retornan a cautivadores tonos cobrizos.

"Para su cultivo óptimo, se requiere un sustrato que evite el encharcamiento y un riego moderado. La clave está en permitir que el terreno se seque entre riegos e inundar posteriormente", señala González Prieto sobre su mantenimiento. Esta resistente especie prospera tanto en macetas como en tierra firme, adaptándose a espacios soleados o con semi sombra, aunque alcanza su máximo esplendor bajo la luz directa del sol.

La planta exhibe una notable capacidad de adaptación a climas templados, aunque requiere protección ante inviernos severos. Para estos casos, se recomienda su cultivo en invernaderos o, si está en macetas, su reubicación en zonas resguardadas. Su mantenimiento se complementa con una poda estratégica al finalizar el invierno o iniciar la primavera para eliminar el material vegetal deteriorado.

Una de sus características más sobresalientes es su abundante floración primaveral, que puede repetirse en otoño cuando recibe suficiente exposición solar. Las flores, pequeñas y pilosas, de color blanco, se agrupan en racimos, dando paso a bayas globosas que transitan del verde al naranja o rojo purpúreo.

La versatilidad de la Eugenia se manifiesta especialmente en su respuesta a la poda, permitiendo moldearla según preferencias específicas. Aunque naturalmente adopta una forma piramidal, puede mantenerse como un arbusto compacto de 1.5 metros o transformarse en elementos ornamentales geométricos, siendo particularmente apreciada en la creación de setos vivos.

Para su cultivo exitoso, resulta fundamental proporcionarle un suelo suelto y enriquecido con materia orgánica. Esta condición favorece tanto su desarrollo general como su floración, independientemente de si se cultiva en tierra o en macetas. Si bien su crecimiento suele ser más vigoroso en tierra, con los cuidados apropiados, los ejemplares en maceta pueden desarrollarse satisfactoriamente.