Fumo bravo: ¿por qué tenés que cultivar este árbol en tu casa?
Tener un fumo bravo trae múltiples beneficios, te contamos cuáles son para que elijas este árbol que da coloridas flores y no tiene grandes exigencias de cuidados ni de tiempo.
30 de diciembre de 2024 • 16:15
Entre agosto y marzo, el fumo bravo florece y es un espectáculo. - Créditos: Archivo JARDÍN´/ Gentileza Leonel Roget
Dicen que hay que plantar un árbol alguna vez en la vida. Y quizás el nuevo año que empieza es el momento.Consultamos con JARDÍN para que nos oriente sobre cuál es un buen árbol para tener en casa, teniendo en cuenta que no sea muy difícil de cuidar, que sé lindas flores y que crezca rápido. Y nos respondieron, además, con una especie que nos hace bien y le hace bien al medio ambiente: ¡el fumo bravo!
Una vez establecido, el fumo bravo puede alcanzar su altura máxima en tres pocos años, lo que significa que podrás disfrutar de sus beneficios y su sombra sin tener que esperar demasiado - Créditos: Gentileza Archivo JARDÍN/ Santiago Cichero
Los conquistadores portugueses, en su afán de explorar y catalogar todo lo que encontraban en el Nuevo Mundo, se toparon con una planta que les llamó mucho la atención. La confundieron con el tabaco y la bautizaron como “fumo bravo”. Sin embargo, este árbol, que puede alcanzar entre 6 y 12 metros de altura, pertenece al género Solanum, el mismo que el tomate.
El fumo bravo, cuyo nombre científico es Solanum granulosum-leprosum, tiene unas hojas aterciopeladas de un verde blanquecino que son realmente suaves al tacto. Pero lo que más destaca son sus flores: pequeñas, de un color lila muy vivo, con estambres amarillos que sobresalen y crecen en ramilletes. Estas flores no solo son bonitas, sino que también atraen a una gran variedad de polinizadores, como abejas y abejorros.
La suavidad de sus hojas engamuzadas es un rasgo de identidad de esta especie. - Créditos: Gentileza Archivo JARDÍN
En cuanto a los beneficios medioambientales, el fumo bravo no tiene competencia. Es uno de los primeros árboles en colonizar zonas degradadas, creciendo rápidamente en terrenos baldíos.
Su sombra favorece la germinación y el desarrollo de otros árboles nativos. A medida que estos árboles crecen, terminan sombreando al fumo bravo, que eventualmente muere, pero no sin antes haber cumplido su misión de regenerar el área.Es común ver cómo el fumo bravo coloniza rápidamente áreas empobrecidas después de un desmonte, lo que lo convierte en una especie muy valorada para la regeneración del medioambiente.
En este patio se plantó un fumo bravo, que por su rápido crecimiento generó un microclima para el resto de las especies - Créditos: Gentileza Archivo JARDÍN/ Inés Clusellas
Ventajas de un árbol nativo
Al ser un árbol nativo, el fumo bravo juega un papel crucial en el mantenimiento de la biodiversidad local. Proporciona hábitats para diversas especies de fauna y su capacidad para adaptarse a suelos pobres lo hace muy fácil de cultivar. Además, ayuda a restaurar el equilibrio ecológico de las áreas donde crece.Sus flores son polinizadas por abejas y abejorros, y también es una planta hospedera para la mariposa “fueguera” (Mechanitis lysimnia). Algunas aves se alimentan de los insectos que viven en su follaje y ayudan a dispersar sus frutos, contribuyendo así a la propagación de la especie.
Cómo se cultiva
Otra gran ventaja del fumo bravo es su rápido crecimiento. Una vez que se establece, puede alcanzar su altura máxima en tan solo tres años. Esto significa que no tenés que esperar mucho tiempo para disfrutar de sus beneficios y de su sombra.El fumo bravo florece desde agosto hasta marzo y fructifica de octubre a abril. Prefiere lugares soleados y es resistente a las heladas.
En el diseño de jardines, se usa mucho para acompañar cercos y cubrir construcciones altas gracias a su frondosa copa.
Además, es muy resistente a plagas y enfermedades, lo que lo convierte en una opción atractiva para quienes no quieren estar constantemente cuidando sus plantas. Sin embargo, hay que tener cuidado con el exceso de agua, ya que puede afectar sus raíces y hacer que se marchite y muera.
Al ser un árbol nativo, el Fumo bravo contribuye a mantener la biodiversidad local y proporciona hábitats para polinizadores e insectos - Créditos: Gentileza Archivo JARDÍN
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