Una casa simple y funcional en Tigre donde el monocromo funciona muy bien

“Antes de comprar la casa, fuimos inquilinos muchos años”, cuenta Caro. De los cambios de pisos a la pintura, los baños y la cocina, todas las mejoras fueron muy de a poquito, mientras pagaban el crédito hipotecario con el que convirtieron la que alquilaban en su primera casa propia. 

“Hay algo de mi manera de vestir que también está presente acá en casa: siempre busco el equilibrio entre la tendencia y el detalle original”, reflexiona. En cuanto a su opción por la paleta neutra –casi todo es blanco, negro o de tonos neutros–, hay algo de esa lógica que también está presente: “Todos estamos atravesados por las tendencias y lo que hoy nos gusta es diferente de lo que nos va a gustar en un tiempo, por eso me gusta apostar por una paleta más neutra, más atemporal, y variar en los elementos más chicos de deco”. 

En el living comedor y estar de la planta baja, el mix entre clásico, contemporáneo y de autor se ve clarísimo. Las sillas de comedor del aclamado modelo Cesca y un sillón de inspiración mid century (ambos de Esto Es Regio) traen algo de lo clásico, mientras que la apuesta por el sofá en módulos o las cerámicas (Gloria Atelier Deco) muestran una clara opción por la tendencia. Las esculturas en madera y lámparas del comedor, en cambio, son una apuesta por lo original o único.

“Me aburre mucho que todas las casas sean iguales, por eso siempre trato de encontrar detalles que no tenga nadie. El caso de las lámparas del comedor es el claro ejemplo, son unas piezas impresas en resina que hace una artista y geóloga a partir de semillas”, explica. 

La cocina es, sin dudas, el espacio más despojado de la casa, con sus mesadas en Silestone y electrodomésticos blancos (Smeg). El secador de madera y las tablas (Tiendas Landmark) suman calidez. Sobre la isla, un camino de lino y bowls de cerámica (Tiendas Landmark).

“Cuando una compra una casa hecha, tiene que aceptar que hay muchas cosas que hubiera hecho distintas y, a partir de ahí, tomar decisiones”, cuenta Caro. “En mi caso, el gran desafío estaba en la cantidad de espacio desperdiciado en una casa que no tiene tantos metros”, asegura.

El rincón de lectura bajo la escalera y la biblioteca en el descanso del segundo piso eran dos de esos espacios vacíos a los que les encontró la vuelta. “No diría que son las partes de la casa que más se usan, pero sí siento que les encontramos una función que nos gusta”, explica. De un modo contrario, el dormitorio principal fue una grata sorpresa que en el primer recorrido no esperaban encontrar. Muy en línea con el resto de la casa y la paleta neutra, el cuadro sobre la cama (Natural Arts) y el de encima del sillón (Elebe Art) se vuelven protagonistas.

“En el sector de las chicas, sí opté por un poco de color, más que nada rosa”, cuenta Caro, que es mamá de Francisca (9) y Juana (5), y su preferencia le abrió una opción en sintonía con el resto de la casa de la mano de los tonos pastel, con el rosa y el verde como protagonistas. Sacado de un cuento de hadas, el cuarto de juegos de la planta baja es chiquito pero acogedor. Una mesa y sillitas Windsor (Lila Casa Deco), una lámpara vintage de caireles, almohadones de macramé y un cuadro hecho por Carolina con un género de la India.

En el dormitorio, las camas con respaldo de género son protagonistas (Another Home Deco) y se combinan con ropa de cama de lino (H&M Home). El baño se recicló tiempo después de mudarse: mármol, madera y grifería dorada marcan el tono en un baño infantil atípico.

Cuando empiezan los primeros días de calorcito, los exteriores de la casa –la galería techada que funciona como quincho y el jardín– van ganando protagonismo y también son los que mejor responden a esa estética “farm” de la que Caro tomó su inspiración.

Gran consumidora de publicaciones de moda y lifestyle, una de sus habilidades es entender de manera intuitiva las tendencias que se vienen. Es por este motivo que en su amplia galería, además de pintar de blanco y animarse a los pisos de cemento alisado, sumó algunas lámparas galponeras (Design Lovers) y un juego de comedor de madera bien rústico en color blanco (Casa Paz).

Los candelabros de madera y los manteles (Tiendas Landmark), las tablas talladas a mano y una manta (Gloria Atelier Deco) suman calidez a la mesa.