Día del librero: 4 de ellos nos recomiendan sus libros preferidos

Es diseñadora gráfica. Armó la librería Bimbam Books en 2015. Además de libros, Bimbam ofrece actividades para niños y niñas en la Usina del Arte. También trabaja en el área de comunicación de la Fundación Filba, una ONG sin fines de lucro que busca difundir la literatura.

Virginia Lobo, de Kyo Maclear e Isabelle Arsenault. Me dio permiso para darle a la tristeza el lugar que se merece y a liberarme de forzar la felicidad.

Los pájaros, de Albertine y Germano Zullo.

Oh, Cuán lejos llegarás! de Dr. Seuss.

Un libro que encontré en la biblioteca de mi abuela que hoy tiene alzheimer: Una memoria de elefante de Marie Nimier ilustrado por Quentin Blake. Lo conservo con una de sus cartas adentro en la que me cuenta: "Voy al taller de la memoria, a mi clase de francés, a una clase de tejido y a mi psicóloga de siempre".

Un hombre afortunado, de John Berger.

"La utopía no es menos educativa que el espíritu crítico", Gianni Rodari.

Quizás me pueda ayudar a tener paciencia La señora Meier y el mirlo, de Wolf Erlbruch.

Relatos de lo inesperado, de Roald Dahl.

Illuminations de Saul Steinberg.

Gramática de la fantasía, de Gianni Rodari.

El pequeño Nicolás de Sempé y Goscinny.

Secreto de familia, de Isol.

El libro de Gloria Fuertes, de Blackie Books.

Trabajó durante 10 años como librero y se convirtió en promotor de libros. Eso significó pasar de recomendar libros a los clientes a recomendar libros a los libreros. Después estuvo a cargo de la prensa. Una vez más cambió a quién recomendaba libros: de libreros a periodistas. Participa del programa de radio "Notas al pie" en Radio con Vos y colabora los viernes en la cuenta de Instagram de @lagenteandaleyendo con la Foto Loca de los Viernes.

El nombre de la rosa de Umberto Eco. Lo leí de adolescente. Fue uno de los primeros libros que leí y que me abrió la cabeza lectora. Me mostró todo lo que podía generarte un libro.

84, Charing Cross Road de Helene Hanf. Si no se te humedecen los ojos al leerlo no tenés alma.

Las ciudades invisibles de Italo Calvino.

Los de arte o fotografía. Por cuestiones logísticas más que nada.

Diálogos con Leucó de Cesare Pavese. Mitos griegos recreados en diálogos con la pluma poética de Pavese. Una joya.

"Y éste también -dijo Marlow de repente- ha sido uno de los lugares oscuros de la tierra" (El corazón de las tinieblas de Conrad).

Las mil y una noches. La edición de Mardrus traducida por Blasco Ibañez.

No leo en la cama al acostarme. Ahí están los que me prometo leer y nunca agarro en realidad.

Códices ilustres. Los manuscritos más bellos del mundo de Taschen

El gran libro de cocina de Blanca Cotta. Lejos el que más consulto.

Cualquiera de Luis Pescetti.

Crónicas marcianas de Ray Bradbury.

No suelo leer biografías, lo más cercano que se me ocurre es la trilogía de La casa de los conejos de Laura Alcoba. La admiración va tanto a la autora como a la lucha de Chicha Mariani.

Abogada y apasionada por la literatura desde siempre, en 2016 creó Banana Libros, una plataforma en la que recomienda títulos para todos los gustos. Tienda online: www.bananalibros.com.ar.

Sin dudas el libro que me dejó patas para arriba fue Memorias de una joven formal de Simone de Beauvoir. Lo leí en mi adolescencia y todavía recuerdo el impacto de la emoción que me provocó, como un golpazo en el pecho. Fue la primera vez que tomé conciencia de la potencia de mi ser y dejé de sentirme rara. Gracias a este libro entendí que había espacio para otras formas de pensar, de sentir, de relacionarse. Este fue el libro que me rompió el cascarón emocional, le debo todo.

Uno de mis libros favoritos y creo que el que más regalé/recomendé en mi vida es Los galgos, los galgos de Sara Gallardo. Es una historia bellísima contada con maestría, las sensaciones que genera te quedan reverberando en el corazón, es un libro para toda la vida.

Todas las crónicas de Hebe Uhart te llevan a volar. Tenía una capacidad única para hacerte sentir los detalles, las pequeñeces, los sinsabores del movimiento, era mágica. La vamos a extrañar mucho. ?

Tengo una edición muy fancy de En busca del tiempo perdido que no suelto bajo ningún concepto. Ni loca lo presto, prohibido tocar.

Hace poco editaron en castellano Hambre de Roxane Gay y me gustaría que muchas personas pudieran leerlo. Cuenta con una intimidad sorprendente su experiencia sobre el cuerpo, la imagen y explica de una manera única cómo se siente tener un cuerpo indisciplinado en este mundo tan apabullante.

Hace unos cuantos años me tatué en el brazo la famosa frase de El segundo sexo: "On ne nait pas femme, on le devient", que podría traducirse como "No se nace mujer, es un devenir". Un gran recordatorio, como un estandarte.

Me llevaría Tener lo que se tiene de Diana Bellessi, para leerlo mirando el mar y suspirar. ¡Pero qué cruel tener que elegir uno solo!

De la autora que le dio nombre a mi gata más chiquita y después también a la librería, tengo uno que releo cuando estoy triste, cuando no sé qué leer, cuando necesito un envión. Mi libro comodín: Kitchen de Banana Yoshimoto.

La edición ilustrada de Gatos ilustres de Doris Lessing. Una preciosura.

Zona de obras de Leila Guerriero creo que es una guía imprescindible para los que sienten la pulsión por escribir. Me encanta su estilo directo y sin caretas, su amor por lo que hace, la admiro mucho.

Todos los de Oliver Jeffers me parecen una delicia, son maravillosos.

Uno que me encanta, con el que le quemé la cabeza a más de un cliente de la librería: Americanah de Chimamanda Ngozi Adichie. Cuenta el camino de una joven nigeriana que decide irse a vivir a Estados Unidos a estudiar, deseando una vida mejor. Describe de una manera muy especial, con un tono a veces gracioso pero para nada inocente, temas como el racismo, el desarraigo, la soledad, el deseo de superación.

Una novela autobiográfica que recuerdo siempre con cariño es Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado de Maya Angelou. Tiene una historia triste, pero pintada de una manera dulce, te transmite la sensación de que las palabras pueden mejorar el mundo. Ojalá así sea.

Estudió Letras y después de trabajar en la industria editorial por varios años decidió dejar su trabajo en relación de dependencia y cumplir el sueño de la librería propia. En 2017 creó en Céspedes Libros, un pequeñísimo local en Colegiales en el que recomienda aquellos libros que cree merecen la pena ser leídos.

Franny & Zooey. Fue el ingreso en una vida más adulta y el descubrimiento de que ahí, en esas páginas, en esa historia, en esa familia había algo que quería que me pasara para siempre. Fue el primer gran libro que me hizo pensar que quería que mi vida estuviera atravesada por la literatura para siempre.

Varia imaginación, de Sylvia Molloy. Es un libro pequeño, fragmentario, escrito de manera exquisita donde se cruzan la vida familiar, los escapes, la infancia, la memoria. Todo de un nivel de sensibilidad, ternura e inteligencia conmovedores

Una excursión a los indios ranqueles de Lucio V. Mansilla. Un clásico bisagra entre el SXIX y el SXX argentinos, Mansilla escribe en un formato híbrido entre diario y crónica que trabaja con la ironía, el humor y sobre todo con los prejuicios de la época civilización o barbarie.

Ninguno. Presto todos mis libros y así me va.

Apegos Feroces y La mujer singular y la ciudad de Vivian Gornick. Una autora cuyos libros llegaron a Argentina en 2018 y nadie debería dejar de leer. Gornick es una escritora, periodista, militante feminista de los ’60 y sus libros son, a su vez, memorias de una vida atravesada por la política, el amor –y su contraparte-, la vida profesional, las exigencias y un recorrido por una Nueva York que cambia y muta con el paso de los años pero que siempre es cautivadora.

Creo que no me tatuaría ninguna frase de ningún libro, pero hay una de Cortázar que incluso a veces repito como mantra para concentrarme porque tiene una cadencia hermosísima y es "Probablemente Ícaro creía tocar el cielo cuando se hundió en el mar hepónimo ¡Y Dios te libre de una zambullida tan mal preparada!".

El Ulises de Joyce, así quizás, en la tranquilidad y soledad de la isla lo termino de una vez.

La materia de este mundo, de Sharon Olds. Un libro de poemas inigualable por lo vital de los temas, por el ritmo y la manera de encararlos. Es como un libro de sabiduría

Ohhh uno precioso de Wes Anderson que compré en Strand, no me gustaría por nada del mundo que se manchara o se rompiera. Pero la verdad es que no me pasa eso con los objetos en general, pienso que tienen que tocarse, usarse, gastarse y que en esas marcas también está uno y el disfrute.

Cualquiera de cocina de Narda.

Héctor, el hombre extraordinariamente fuerte, la historia de un hombre que trabaja de ser del más fuerte del circo pero que, en secreto y en sus ratos libros, teje en su casa. No sólo las ilustraciones de Magalí Le Huche son maravillosas, sino que es una historia sobre las elecciones, las obligaciones, la mirada de los otros y el derecho a ser quien deseamos. Recomendadísimo.

Mujercitas u Orgullo y prejuicio. Dos libros adelantados a su época y brillantes.

La palabra heredada de Eudora Welty es hermosísimo, son sus diarios de cómo se convirtió en escritora y traza una continuidad entre su infancia, juventud y decisiones de la adultez que tienen unas imágenes, una potencia y un paisaje impresionantes. También me gusta muchísimo Joan Didion, ambos libros "El año del pensamiento mágico" y "Noches azules" son relatos del dolor, libros de duelo pero de una maestría envidiable.