Una argentina en Nueva York: la artista que llega a Manhattan con una muestra sobre la trata de personas

La historia es real, la viven millones -¡millones!- de mujeres cada día, y la relata de esta manera la artista Guillermina Grinbaum en una de las obras de su muestra Hilo de Voz que el 22 de noviembre se inaugura en Nueva York. Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres –que es el 25 de noviembre- el Consulado de Argentina en Manhattan lleva a su Art Gallery esta exhibición que pone el foco en la trata de personas.

Guillermina Grinbaum es investigadora social, psicóloga y artista visual. Hace pinturas, instalaciones y esculturas “Venía trabajando una serie de retratos de mujeres diversas, después abordé la temática de la violencia sobre las mujeres y, en ese camino, me encontré con violencias varias. Una de ellas, la trata, me resultó impostergable. La trata priva a sus víctimas de todos sus derechos fundamentales, deshumanizándolas, quitándoles su libertad y destruyéndolas física y emocionalmente Es que es imposible permanecer pasivo ante un dolor tan insoportable y un crimen tan aberrante y de esa magnitud.”, dice.

Y, sin embargo, muchas miradas se desvían, muchas palabras se omiten y se invisibiliza una problemática que es un flagelo en el mundo entero. “Quiero poner en circulación un tema que es de una dimensión inmensa, directamente proporcional a su escasa presencia en el discurso social –justifica Guillermina-. La trata es un delito que está tercero a nivel mundial, con un nivel muy profundo de expansión. Se estima que cerca de 50 millones de personas son víctimas de trata. Y más de la mitad son mujeres. ¿Cómo puede ser que a esta cantidad de mujeres las traten como objetos, las deshumanicen y que la sociedad no lo tenga en primer plano?”.

Hay unas placas gigantes blancas donde unos pequeños cuerpos de mujeres, esculpidos en cerámica, están atrapados. Son blancos también. Y hay que afinar la mirada para distinguirlos a lo lejos. Pero, si uno quisiera, los ve.

Hay un agujerito para espiar. Y se ven rostros que, desgraciadamente, ya nos resultan conocidos: Marita Verón, María Cash, Sofía Herrera y tres víctimas argentinas más. Quien se asoma, las ve.

“Por medio del arte podemos abordar temas y realidades sociales que de otra manera podrían resultar insoportables. Sólo prestando atención se pueden oír los susurros, ese hilo diminuto de voz que requiere ser escuchado”, dice Guillermina Grinbaum. 

Hay una tela con una promesa hermosa que, sin embargo, es un señuelo, un engaño. Quien corre las capas, lo descubre.

“Cuando, para esta muestra en Nueva York, empecé a bordar las frases, me cuestioné si hacerlas en inglés y decidí que no. La problemática de los casos que yo investigué fueron en español. Es lo que quiero llevar”, explica. Un hilo de voz que, desde un punto en los confines del mapa, sube y se suma a un grito mundial, para que sea tan fuerte que nadie pueda elegir no oírlo.