Cómo sanar nuestro linaje femenino con piedras naturales
Natalí Márquez, fundadora de Amuletos Brezza, Gemoterapista y Acompañante en Bioneuroemoción, nos revela la importancia de reparar en nuestro útero y de mirar a nuestras ancestras para sanar. ¿Por qué las piedras pueden ser claves?
14 de octubre de 2023
Agata cornalina, una piedra que nos ayuda a sanar. - Créditos: Getty
¿Alguna vez te pusiste a pensar qué memorias guarda tu Útero?, ¿Qué dolores conserva tu vientre?, ¿Quién duele cuando duele?
El Útero es un centro de poder, creatividad y de memorias ancestrales, nos nutre y nos potencia. Es el receptáculo donde nace una nueva vida y no solo vida humana, sino que puede crear situaciones y/o proyectos.
Para comprender esto es fundamental entender que venimos de mujeres que escaparon de guerras, que dejaron todo lo que conocían con incertidumbre y miedo al futuro; ancestras que fueron obligadas a casarse por convenio, que sufrieron abusos, violaciones o que tuvieron hijos no deseados, abortos y/o también pérdidas.
A su vez, es importante comprender que estas mujeres no tenían permitido hablar, opinar y muchas ni siquiera pudieron acceder a estudiar. Todo esto nos da un pantallazo de las heridas que venimos acumulando y transmitiendo a través de generaciones.
Poder conocer e investigar sobre estas mujeres ligadas a cada una de nosotras, sin ningún tipo de juicio, nos brindará respuestas a muchas cuestiones que nos pasan hoy en día y esto se debe a que cuando hablamos de árbol genealógico, nada de información se pierde y todo logra manifestarse.
Es oportuno entonces emprender el gran desafío de comenzar a mirarnos más, tratando de encontrar respuestas en nuestra historia y contribuyendo así a la sanación de nuestro cuerpo y alma. Para poder lograrlo, poco a poco, debemos comenzar a realizarnos una serie de preguntas que ayudarán al reconocimiento de uno mismo, tales como:
¿Vivís tu día con alegría?
¿Generas ideas, proyectos, planes con mucha creatividad?
¿Cantas, bailas, reis, disfrutas del sexo con placer sin culpa o vergüenza?
¿Cómo son tus ciclos menstruales?
¿Sentís conexión con tu cuerpo?
¿Te animas a hablar, a expresar tus ideas, tus sentimientos o preferís callar?
¿En alguna oportunidad te hiciste estas preguntas? ¿Intentaste encontrar explicaciones a los interrogantes que se te plantean?
La propuesta es invitarte a transitar un camino de nuevas experiencias a partir de la Gemoterapia para que sintonices con ella.
En este sentido, precisamos de la Agata Cornalina, un mineral de color naranja que por frecuencia de luz va a resonar con tu segundo chakra, el del vientre, y te ayudara a activar el poder femenino, conectar con el placer, disfrute y alegría, activar el poder creador de sueños y proyectos, sentirte cómoda con tu cuerpo, sin vergüenza ni juicios, tener energía de empuje, sentirte empoderada, sanar memorias de dolor y abusos y establecer armonía en tu ciclo menstrual, transitándolo con amor y conciencia. A su vez, es de utilidad para aquellas mujeres que atravesaron una histerectomía parcial o total, o se han extirpado los ovarios.
Para meditar con la Cornalina, se sugiere colocarla a cuatro dedos por debajo del ombligo o bien, llevarla colgada en el cuello como un amuleto. Aquí lo importante son las intenciones, hay que pedirle que te ayude a sanar, que te libere de energías que no le pertenecen a tu vientre y que te brinde lo mejor de su esencia para tener una mayor conexión con ella.
Se sugiere conectar con su energía por 21 días seguidos y, cuando se sienta pesada, sahumarla, limpiarla con agua o enterrarla en el jardín para transmutar y renovar su frecuencia vibratoria. Y, en caso que se rompa, lo ideal es devolverla a la tierra, enterrarla y comenzar en la búsqueda de una nueva.
Sin embargo, cabe destacar que cada experiencia es única y válida, y que cada persona tiene sus procesos, por eso es fundamental que nos observemos, nos escuchemos y que siempre tomemos a nuestra intuición como guía.
Por Natalí Márquez, fundadora de Amuletos Brezza, Gemoterapista y Acompañante en Bioneuroemoción. Gentileza para OHLALÁ!