Este es el mensaje del tarot para la semana del 7 de octubre: elegí una carta y descubrilo

Esta carta, más que darte una respuesta, te brinda la posibilidad de pensar tu vida desde una postura más “elevada”. Más que decirte qué hacer, te regala una manera de analizar la cuestión. Te recuerda de tu libre albedrío: sos responsable de tu propia percepción de las circunstancias. La gran mayoría de las veces la ira es inútil, aun cuando lo que inspira esa emoción es una injusticia literal. El gran poder de esta carta reside en todo lo que podés lograr desde una mirada desapegada, más sutil y justa (desde un punto de vista universal). Los consejos son: date lo que mereces. Soltá lo inútil (lo que ya no sirve para tu propia evolución). Recordá que el orden, el perdón y la paz siempre manifiestan milagros. Recordá que toda emoción nace de un juicio y que, en el reino humano, todos tenemos nuestras propias luces y sombras. Citando a Séneca, “toda problemática es, en principio, una postura mental”. Si pensás en amor, sembrarás y cosecharás amor. Si pensás en gratitud, sembrarás y cosecharás abundancia. Lo que pensás, sea el contenido que sea, siempre regresa.

Mantra para repetir: “Yo utilizo el poder de mi mente para la paz de mi corazón y el equilibrio universal. Todo lo que siembro en la tierra fértil del alma, florece con el encanto del justo merecimiento”

No es una novedad decirte que la paciencia es una de las más grandes virtudes que podés potenciar por dentro de tu alma y esta carta habla de eso. De todas las bendiciones reales que te brinda la vida cuando decidís anclar en este único “aquí y ahora” para regocijarte con la deliciosidad del presente. Estás en la mente o estás en la vida. Esta carta te recomienda “templar” tus aguas y tus fuegos (emociones e instinto) para crear un nuevo modo de manejar tu propia energía. Salir de la polaridad (bueno | malo; feliz | triste; justo | injusto) para anclar en el tiempo de la no palabra, del no juicio, de la no-etiqueta. Se dice que solo un ángel puede ayudarnos a hacer este trabajo (enraizar): por eso la figura representada en esta lámina. También habla, desde un punto de vista netamente esotérico, de la presencia de tu ángel guardián. Te anuncia que todo el trabajo de sanación e integración en el que has trabajado está dejando frutos.  Te avisa que de la moderación a la cura, hay solo un paso. Si sos demasiado rígida, probá lo fluido. Si sos demasiado superficial, probá lo profundo. Si sos demasiado dogmática, probá la flexibilidad. Si sos demasiado perfeccionista, probá la búsqueda de la excelencia. Se trata de buscar el polo opuesto de aquello que te gustaría transformar para encontrar ese punto medio en el que toda virtud nace. Como ya lo planteaba Aristóteles: “en el medio está la virtud”.

Mantra para repetir: “Estoy bendecida y asistida. Estoy a salvo. Todo lo que llega posee la magia de lo divino. Me abro para deleitarme con el amor incondicional que la vida vierte sobre mí”

Esta carta habla de las oportunidades que te está trayendo la vida y que no estás viendo en este momento. Tal vez, por sentirte emocionalmente mal con alguna cuestión de tu pasado inmediato. Si este es tu caso, lo que te recomienda el cuatro de copas es que recuerdes que todas tus emociones son mensajes del alma. Cuestiones que, al abrirte a escucharlas, sabrás qué transformación interna mereces crear. Es muy útil escribir en un cuaderno. Este ejercicio te permitirá tomar consciencia más rápidamente de tu sentir y la raíz del mismo. Lo cierto es que las copas que están en el piso, son tus bendiciones emocionales actuales, con las que podés disfrutar porque allí están y estarán, más allá de tu cerrazón actual. La copa que vuela en lo alto del cielo, si te abrís para verla y recibirla, aún sigue allí. Recordá que “vibrar bonito” no significa ningunear tus emociones, sino, aceptarlas sin resistencia para poder recibir la sabiduría de sus mensajes.  Otro ejercicio que te puede ayudar en este momento es enfocarte en todo lo que sí te gratifica el alma. Recordá que todo es de adentro para afuera, cuanto más te enfoques en las oportunidades (que efectivamente te están llegando de un modo literal) más podrás verlas y darles la bienvenida.

Mantra para repetir: “Yo me abro a recibir todo lo bueno que la vida tiene para mí. Cuando nutro mi receptividad de confianza y fe, mi corazón se abre para inundarse de magia divina”