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¿Qué es la inteligencia emocional? 4 formas fáciles de entrenarla

La inteligencia emocional es la habilidad de comprender y gestionar nuestras propias emociones. ¿Se nace con ella o se ejercita para lograrla? ¿Por qué es tan importante saber aplicarla en nuestra vida laboral?


Inteligencia emocional: ¿cómo entrenarla?

Inteligencia emocional: ¿cómo entrenarla? - Créditos: Getty



La inteligencia emocional es un término de la Psicología que está en boca de todos. Pero, ¿qué significa? ¿Se nace con ella o se ejercita para lograrla? ¿En qué áreas de nuestra vida es posible aplicarla? ¿Por qué es tan importante saber aplicarla en nuestra vida laboral?

El psicólogo especialista en trastornos de ansiedad Alexis Alderete nos brinda esta definición: "La inteligencia emocional es una habilidad esencial para enfrentar los desafíos de la vida cotidiana”. Y suma: “El manejo de nuestras emociones y la comprensión de las emociones de los demás se ha vuelto una necesidad para tener éxito en todas las áreas de la vida”.

La inteligencia emocional es entendida como la habilidad de comprender y gestionar nuestras propias emociones, así como también la habilidad de reconocer y responder adecuadamente a las emociones de los demás. “Estas habilidades nos van a permitir relacionarnos de manera asertiva, que nos comprendan en profundidad y manejar situaciones complejas de manera constructiva, tratando de resolver la mayoría de los conflictos que se nos vayan presentando en el día a día”.

Cómo ejercitar la inteligencia emocional

La inteligencia emocional, como toda habilidad, se puede desarrollar y ejercitar. “Aunque algunas personas pueden tener una capacidad innata para aprovechar las emociones en el momento justo, todos podemos llegar a entrenar dicha habilidad para usarla en nuestro beneficio”, manifiesta el psicólogo.

Con el paso del tiempo al ejercitar esta habilidad vamos a notar que somos capaces de expresar lo que sentimos en el momento justo que tenemos que hacerlo, ya sea una situación positiva o negativa para resolver un conflicto.

“Para desarrollar la inteligencia emocional debemos tener paciencia; es un proceso continuo y que requiere práctica y dedicación. Pero los beneficios son muchos, podremos alcanzar una vida más equilibrada, exitosa y satisfactoria", explica Alderte.

​​​​​​​¿Dónde podemos aplicar la inteligencia emocional?

  • En el trabajo: la inteligencia emocional es esencial para mejorar las relaciones con los colegas, fomentar un ambiente de trabajo positivo y manejar situaciones difíciles de manera efectiva. Es esencial para el liderazgo efectivo y la gestión de equipos.

  • Con los demás en general: ayuda a comunicarnos de manera clara y a resolver conflictos de manera constructiva con quienes nos rodean. También nos permite establecer relaciones más fuertes y duraderas al desarrollar la empatía y la compasión.

  • Con nosotros mismos: la inteligencia emocional puede ayudarnos a manejar el estrés, la ansiedad y la depresión de manera más efectiva. Nos permite entender y manejar nuestras emociones de manera saludable, lo que puede tener efectos positivos en nuestra salud física y mental.

Consejos para ejercitar la inteligencia emocional

  1. 1

    Tomarse unos minutos para la autorreflexión: se debe aprender a reconocer las propias emociones y cómo éstas nos afectan. Por ejemplo, si nos sentimos enojados, hay que tratar de entender por qué nos sentimos así, cuál fue el disparador de dicha emoción y lograr volver a un estado de calma.

  2. 2

    Practicar meditación: tomarse un tiempo para observar los pensamientos, emociones e impulsos que van surgiendo sin juzgarlos. Podemos comenzar con 5 minutos al día e ir incrementando el tiempo.

  3. 3

    Practicar la empatía: debemos lograr durante una interacción con otras personas, ver su punto de vista, colocándonos en su lugar y entender sus emociones.

  4. 4

    Comunicar las emociones de manera asertiva y en el momento que están surgiendo: hay que lograr decir exactamente cómo nos sentimos en el preciso momento que nos surge una emoción. Es importante tener esa habilidad de describir cómo nos sentimos porque, de lo contrario, la emoción encontrará el camino más difícil para ser escuchada, a través de dolores corporales, estrés u otros síntomas.

Experto consultado: Alexis Alderete (MP 85367). Licenciado en Psicología. Egresado de la Universidad del Salvador. Especialista en Trastornos de Ansiedad y Entrenamiento en Habilidades. (Fundación Foro). Posgrado en Sexología Clínica (Sociedad Argentina de Sexualidad Humana). Instagram:  @holapsicologo.

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