5 ideas para reducir la basura en casa
Cada día generamos poco más de 1 kilo de basura por persona. En el año, en el país se generan unos 11 millones de toneladas. Es urgente cambiar hábitos de consumo y de generación de basura. ¿Te sumás a intentarlo?
25 de noviembre de 2022
Reciclar en casa: cómo reducir basura - Créditos: Getty
“Menos es más” es la premisa que hoy tomamos como guía para cambiar la mirada acerca de la basura que generamos y para encontrar algunas primeras alternativas que nos ayuden a producir cada vez menos cantidad.
Cuando tomamos dimensión del problema de la basura en el mundo, la incomodidad que podría generarte cambiar algo de tus hábitos (en el consumo y en la forma de desechar eso que consumís) pasa a un segundo plano. Hace poco en OHLALÁ! te contamos Cuál es la forma correcta de separar la basura.
Cada año, se recolectan unos 11.200 millones de toneladas de residuos sólidos en el mundo, según informes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En relación a Argentina, según indicó el Observatorio de Residuos Peligrosos de la Universidades de Rosario y Buenos Aires, somos responsables de unos 11 millones de toneladas de basura cada año; por persona, aproximadamente generamos 1,15 kilogramos de residuos sólidos urbanos por día.
¿Qué hacemos? Además de reclamar por mejores políticas medioambientales para solucionar todo aquello que no está a nuestro alcance, podemos empezar por casa a hacer lo mínimo: responsabilizarnos de nuestro consumo y de los desechos que con él generamos.
Te compartimos 5 ideas para poner en práctica en cualquier momento:
1. Usar bolsas de tela
Una medida que muchos ya hemos logrado incorporar, pero que no está de más recordarlo porque, aunque el hábito se haya alcanzado, a veces hay que reforzarlo con pequeños movimientos. Con esta simple acción ayudamos a reducir de manera significativa la basura que se produce al utilizar bolsas de plástico. Solo hay que tener un par de bolsas de tela a mano: colgada y bien a la vista cerca de la puerta de salida; si te movés en auto podés dejar una en el baúl. También podés dejar una guardada en tu mochila o bolso de uso habitual.
Sugerencia: no limites el uso de bolsas de tela a la compra de alimentos y productos comestibles. También se pueden usar para la compra de ropa, para objetos para tu hogar o para casi cualquier producto que entre en ella.
El emprendimiento MuyBolsa (entre tantos otros) nos gusta mucho, te lo compartimos.
2. Aprendé a compostar
Hacer compost en casa es muy importante. Al aprovechar los residuos orgánicos estamos creando un fertilizante natural para nuestras plantas y jardines además de evitar la generación de nueva basura. ¿Qué es el compost? Básicamente se trata de un proceso biológico que da la posibilidad de transformar los restos orgánicos de nuestro consumo diario (cáscaras de fruta, yerba, café, restos de verduras) en nueva tierra fértil.
Hay que tener en cuenta que cada compost es distinto, aunque compartan reglas básicas de cuidado (son sencillas). Te sugerimos tener en cuenta las condiciones climáticas y el espacio físico donde ubicarlo: Si vivís en capital no será igual que si vivís en el campo o cerca del mar (el espacio húmedo y cálido favorece el proceso del compost). También hay que tener presente el espacio habitacional, si será ubicado en una terraza, balcón o en un jardín.
En esta nota de OHLALÁ! Cómo hacer compost en casa, te contamos toda la información acerca de los pasos y consejos necesarios para tener uno.
3. Reutilizá todo lo que puedas
Antes de tirar algo que ya no usás, podés probar de buscarle un nuevo uso o destino. Desde la ropa vieja y rota que podrías recortar y transformar en trapos para la limpieza de tus espacios, hasta los frascos vacíos de vidrio, que pueden ser utilizados como vasos o como recipientes para hacer, por ejemplo, compras a granel.
Entre las opciones para reutilizar objetos y prendas viejas y así evitar que lleguen a la basura, podrías probar de trocarlas con tu círculo cercano. Si no encontrás eco entre las personas conocidas, podés ingresar a comunidades de trueque de objetos y servicios que buscan dar nuevos usos a eso que a vos ya no te sirve.
Por supuesto, donar todo aquello que se encuentre en buenas condiciones siempre es una muy buena opción.
4. Comprá productos con empaque mínimo
Siempre que puedas comprá alimentos que no se encuentren envasados con plástico. ¿Cómo evitarlos? Una buena alternativa es comprarlos sueltos en tiendas y almacenes donde se vende a granel el arroz, las legumbres, las semillas, entre otros. A todos estos productos podés guardarlos en frascos y botellas de vidrio.
Algunas ideas más:
1. Comprar productos lácteos en envases retornables. Cada vez más compañías lácteas están ofreciendo el sistema de compra en frascos de leche o crema y devolverlo al depósito. Esto reducirá en gran medida el nivel de consumo de plástico.
2. Comprar directo a los agricultores. Además de ser una propuesta saludable para el planeta, también lo es para tu cuerpo. Podés llevar tu bolsa de tela y evitar envases y bolsas de plástico en la compra directa.
5. Doná objetos y prendas en desuso
Antes de tirar la ropa o los objetos que ya no te sirven (y que están en buen estado), podrías darle un nuevo destino. Siempre hay alguien más que necesita lo que vos tenés.
Existen centros culturales, organizaciones sociales y comedores en casi cualquier rincón del país que pueden brindarte asesoramiento. Las escuelas públicas también suelen estar conectadas con centros comunitarios o espacios donde reciben donaciones.
El hábito de donar no solo evita la generación de basura innecesaria, sino que además aporta de manera mínima, pero igualmente válida, a la vida cotidiana de otras personas. Entonces, ¿por qué no intentarlo?
En esta nota: