Olena Zelenska es la nueva portada de Vogue y muestra el búnker en donde viven

Entre soldados, escombros y bolsas de arena que tienen la intención de evitar el impacto de un posible bombardeo, la pareja que lidera la lucha contra Rusia no solo habla del efecto de este enfrentamiento bélico en lo físico y emocional, sino también en lo que significa para la historia de su país: "A pesar del aplomo con que soporta Zelenska tanta presión, se nota que la guerra le ha pasado factura. A veces se muestra ansiosa y con los nervios a flor de piel, como si se viese atrapada de manera intermitente en un estado de lucha o huida. Sus ojos se inundan de tristeza, sobre todo cuando habla de niños fallecidos, y a veces mira por la ventana y cruza las manos sobre el estómago, en un gesto de autoprotección", describe la periodista de Vogue que tiene la oportunidad de conversar con ella.

Mientras que los hombres entre 18 y 60 años están obligados a quedarse en el país, se calcula que unos 9 millones (en su mayoría mujeres y niños) huyeron desde que inició la guerra y al menos 5.000 civiles fallecieron durante lo que va del enfrentamiento.

En este contexto, cuando se desató el enfrentamiento, una de las mayores críticas cayó sobre Olena Zelenska al sospechar que ella también había abandonado Ucrania. Sin embargo, moviéndose de un lugar a otro por cuestiones de seguridad, en la entrevista cuenta cómo fueron sus primeros días: "En mi agenda diaria no tenía ni un momento libre en el que pudiera sentarme y empezar a pensar en cosas malas", y contó: ayudaba a su hijo con el colegio online, pasaban el rato con juegos de mesa y leyendo.

Su primera reaparición pública fue a principios de mayo cuando, junto a la primera dama norteamericana, Jill Biden, visitaron un refugio para personas desplazadas en el oeste de Ucrania. Un evento que terminó de demostrar que no se había ido del país y, por el contrario, estaba trabajando en ayudar a todos los ucranianos durante la guerra.