Destetar: ¿cuándo es el mejor momento para hacerlo?
La lactancia materna significa volver a tener una conexión profunda con el bebé después de la separación que implica el parto. Esa etapa termina: ¿cuándo es el mejor momento para destetar de forma respetuosa?
27 de noviembre de 2023
Destetar: ¿cuándo es el mejor momento para hacerlo? - Créditos: Getty
Para muchas mujeres, la lactancia materna significa volver a tener una conexión profunda con el bebé después de la separación que implica el parto. Es mucho más que una forma de alimentación, ya que tiene un impacto profundo en el vínculo entre la mamá y el recién nacido.
En esa primera etapa, si el bebé es amamantado en forma exclusiva (tal como recomienda la Organización Mundial de la Salud, hasta los seis meses), se forma un binomio que es casi inseparable.
Pero ese vínculo, también, en algún momento se termina. “El destete comienza con la primera intervención que se hace sobre la lactancia”, explica Marisa Malchiodi, voluntaria de la Liga de La Leche. Y explica que ese proceso se puede dar de manera abrupta o natural.
¿Cuándo es abrupto el destete?
Son abruptos aquellos destetes en los que se inhibe la lactancia en forma farmacológica. El motivo puede ser una indicación médica por problemas de salud o por decisión de la mamá (que puede estar motivada por una falta de deseo de amamantar, entre otras cosas).
Cuando se da de manera natural, en cambio, el destete es un proceso paulatino que tiene un inicio y un final. El comienzo puede estar marcado por la introducción de la alimentación complementaria, al empezar a comer otros alimentos; pero también si se le ofrece al bebé leche de fórmula en los primeros meses.
Debido a que la succión del bebé estimula la producción de leche, cualquier interferencia que haya en este proceso marca el comienzo del destete.
Por eso, el inicio puede ocurrir incluso en situaciones que podrían parecer insospechadas, como cuando se le brinda al bebé la leche de madre en una mamadera (algo que pasa cuando la mamá se tiene que separar para ir a trabajar o realizar otras actividades) o se le permite usar un chupete.
“Cuando está succionando el chupete, la glándula mamaria no se entera. Y entonces puede interferir en la producción de la lactancia o en una congestión mamaria, que en lugar de descomprimir y drenar la leche de la mama, queda ahí porque el bebé está chupando el chupete y no la teta”, explica Marisa Malchiodi.
¿Hasta cuándo dar la teta?
A la hora de recomendar hasta cuándo sostener la lactancia materna, la OMS es un poco ambigua: “Hasta los dos años o más”, expresa.
La voluntaria de la Liga de La Leche explica que “a los dos años, la leche humana aporta un 40% de los nutrientes que el bebé necesita”. Y cuenta que, en sus talleres, muchas veces escuchó quejas de algún padre, que quería tener la posibilidad de dormir a su bebé ofreciéndole una mamadera.
El destete no es solamente un proceso fisiológico, sino también emocional. Cuando la lactancia materna es exclusiva, el hábitat de un bebé es el pecho de la mamá. Pero a medida que pasa el tiempo y se van haciendo intervenciones, ese territorio se amplía a otros cuerpos y a otros brazos. La manera de vinculación de ese bebé con la mamá y con el mundo circundante empieza a cambiar.
“El destete es un camino que van haciendo vincularmente la madre y el bebé. A través de las distancias de las tomas, se va cambiando la teta por un juego, un cuento, un paseo, canciones, actividades y también con intercambio con otras personas”, señala Marisa.
Lo ideal es que el destete vaya surgiendo en forma espontánea como un proceso natural, en el que cada binomio madre-hijo lo viva de la mejor manera posible, entendiendo que no hay una sola lactancia, sino “lactancias” (en plural); y que los vínculos se transforman para dar comienzo a otras etapas en la vida, en las que nos esperan nuevos desafíos para seguir creciendo.
Experta consultada: Marisa Malchiodi. Voluntaria de la Liga de La Leche. IG: @ligadelalechearg Sitio web: https://ligadelaleche.org.ar/
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