El lado B de la maternidad: 7 de cada 10 madres se sienten juzgadas por sus decisiones de crianza
La maternidad todavía es un territorio en donde circulan mandatos y prejuicios. Un estudio reciente sobre lactancia materna revela que 7 de cada 10 madres todavía se sienten juzgadas y cuestionadas sobre sus decisiones. Te contamos qué otros datos arrojó esta investigación.
11 de abril de 2024
La falta de libertad, la desinformación o la culpa son las que más se destacan en quienes tienen bebés menores de 9 meses. - Créditos: Getty Images
Deseos, mandatos, decisión e intuición. A la hora de maternar y criar hijos e hijas, son muchos y muy variados los factores que influyen en los modelos de crianza de cada familia. A la hora de gestar, parir, alimentar y educar, hay tantas opiniones como personas criando. Un estudio reciente, realizado por la consultora de tendencias Trendsity sobre un total de 400 madres y padres de bebés de hasta 9 meses de todo el país, profundiza y revela el lado B de esta experiencia maternal, ahondando en los sentimientos no siempre revelados que comparten la mayoría de las mujeres en esta etapa: los desafíos que presenta la lactancia, en muchos casos, y la preocupación por el desarrollo de su bebé.
Las madres muchas veces nos sentimos cuestionadas en muchos aspectos, pero este estudio arrojó que la lactancia ocupa el primer lugar en el ranking de cuestionamientos: 7 de cada 10 madres con bebés menores de 9 meses afirmaron haberse sentido juzgadas en torno a la alimentación elegida para su bebé -la famosa y molesta pregunta de "¿le das la teta y también mamadera?"- y un 86% declara que es uno de los aspectos que más causa sobrecarga y agotamiento. A pesar de esto, 4 de cada 5 madres declaran que les cuesta hablar de las dificultades o exigencias que implica la lactancia porque siente que en nuestra sociedad no está bien visto hablar del tema.
Acá te contamos algunas cifras y estadísticas del estudio, analizadas por expertos en el tema, para conocer qué hay detrás de lo que dicen los números.
Lactancia materna: ¿es un mandato o una elección?
Nadie pone en duda los innumerables beneficios de la lactancia materna. Ya sabemos que no solo es la principal fuente de nutrientes e inmunidad para un bebé, sino que también tiene numerosas ventajas, que tienen que ver con la construcción de un apego seguro, así como también aparece como la alternativa más sustentable, ya que no requiere el uso de recursos para su implementación. Pero acá viene la cuestión: no todas las mujeres que son madres pueden o quieren dar la teta exclusivamente.
“Uno de los primeros cuestionamientos es el tema de la alimentación. Sea por imposibilidad, por indicación médica o por decisión propia, las mujeres se ven confrontadas a un supuesto ideal en el que amamantar es la única respuesta. Y en verdad no lo es. Existen otros recursos como la mamadera, que pueden acompañar la maternidad y que es importante que cada mujer pueda decidir acerca de lo mejor para ella”, aporta la psicóloga Marisa Russomando, especialista en Maternidad, Crianza y Familia.
¿Y de dónde viene, entonces, la presión, el prejuicio o los mandatos externos? Según las mismas madres, muy a menudo son otras mujeres que componen su círculo social más cercano las que juzgan o cuestionan sus decisiones. Esta presión externa se acumula y se traduce en exigencias autoimpuestas: el 73% de las mujeres con bebés menores de 9 meses siente este peso en términos de crianza.
Pero hay más datos interesantes para debatir:
El 67% de las mujeres declara sentirse a veces con muy poca libertad o limitada en su vida cotidiana y estas cifras ascienden exponencialmente en los casos en los que los padres, parejas o familiares no se involucran en la alimentación y crianza de sus bebés, o directamente no son parte.
El 60% de las encuestadas eligen o eligieron la leche de fórmula como fuente principal de alimentación y declaran sentir más presión social, mientras que la cifra baja al 50% en las que complementan o complementaron la leche materna con otras fuentes de alimentación.
La angustia es una sensación compartida por el 71% de las madres con bebés menores de 9 meses, y ese porcentaje incrementa a un 76% entre madres jóvenes (entre 18 y 36 años) y a un 77% entre madres primerizas.
El 93% de las mujeres encuestadas coincide en que los profesionales de la salud deberían brindar más información acerca de los desafíos relacionados con la salud mental de las madres durante los primeros meses del bebé.
La vuelta al trabajo: otro momento de la maternidad en donde se activan los mandatos
Volver al trabajo: otro de los desafíos que enfrentan las madres. - Créditos: Getty Images
Sin dudas, otro de los momentos bisagra en la maternidad, es la vuelta al trabajo después de haber tenido un bebé. La investigación demuestra también que, en términos de reincorporarse a la vida laboral y de la búsqueda de equilibrio entre el trabajo y la maternidad, más de la mitad de las mujeres sostiene que ha sentido la doble presión de regresar a trabajar rápidamente después del parto y al mismo tiempo ser una madre “perfecta” enfocada 100% en el bebé y en la lactancia. Demasiada presión para una sola persona, ¿no?
Pero también sabemos que la maternidad no debería ser una experiencia solitaria y que los modelos de crianza están ampliándose paulatinamente, dándole espacio a modelos nuevos de “mapaternidad”, con cada vez mayor presencia de los padres y una distribución más equitativa de las tareas vinculadas con el cuidado de bebés, especialmente en su primer año de vida. Sin embargo, las tareas de cuidado en el hogar siguen estando predominantemente a cargo de las mujeres y las conclusiones indican que ellas son las más afectadas por sentimientos de culpa, falta de libertad o la famosa "carga mental".
Y en este sentido, también puede colarse perspectiva de género. Mientras mujeres y hombres destinan la mayor parte de sus preocupaciones en compatibilizar la relación de pareja con la vida familiar, es interesante cómo se diferencian algunas cuestiones por género. Entre las madres, los sentimientos más destacables son culpa, incomprensión y soledad. Por parte de los padres, se observan mayores menciones relativas a sostener la relación de pareja, compatibilidad con el trabajo y desinformación.
Algunos datos relevantes del estudio en este sentido son:
Si bien tanto madres como padres sienten la presión de sus propias exigencias respecto a la crianza de un bebé, los datos varían: en las madres, el 73% declaró haberse sentido presionada en algún momento, mientras que en los padres, ese porcentaje desciende al 52%.
El 75% de las madres que no cuentan con la participación del padre en el proceso de alimentación y crianza de sus bebés declaran sentirse con poca libertad en su vida cotidiana, y el porcentaje desciende a 63% en hogares en los que hay dos padres presentes. Estas cifras son prueba de que, a pesar de contar con una pareja en la crianza, las mujeres continúan sintiendo la presión de ser vistas como las principales cuidadoras.
Criar en tribu: el impacto de las redes sociales en la maternidad
“Las formas de maternar y paternar también se redefinen, desde opciones de ejercer estos roles buscando acompañamiento, más en ‘tribu’, con familiares y personas cercanas elegidas para ayudar en esta tarea. Se amplían así los vínculos sin ser necesariamente sanguíneos, es una ampliación más horizontal, una lógica de red” -sostiene Mariela Mociulsky, CEO de Trendsity.
La importancia de sentirse informadas y compartir esa información es algo propio de las nuevas generaciones de familias. Madres y padres buscan información -no solo entre su red de contención sino también en el mundo digital-, y la información sale a su encuentro. Llega multiplicada y amplificada. Ya sea para hallar datos científicos o para tender nuevas formas de contención, las redes sociales surgieron y se consolidan como espacios de valor a la hora de criar, con sus luces y sombras. Sin embargo, también son fuentes asociadas con la presión y confusión: casi 2 de cada 3 madres coincide en que las redes sociales pueden imponer estándares de lactancia demasiado altos para ellas y eso genera aún más culpa y frustración.
Pero así como para muchas, las redes pueden ser un espacio aspiracional con una mirada exigente que las enfrenta a la frustración, un aspecto positivo en que el 88% de las madres con bebés menores de 9 meses coincide, es que las redes sociales son además espacios útiles y cercanos, tanto para expresarse como para compartir vivencias. Además, a casi la totalidad (92%) le parece importante que se usen estos canales para divulgar información profesional y científica.
¿Hacia el fin de los extremos?
Ya no parece tratarse de buscar el bienestar de su bebé versus el propio. Madre versus persona. Trabajo versus vida familiar. Lactancia materna exclusiva versus mamadera.
En la transición de la maternidad ideal a la real, empiezan a percibirse el deseo y la necesidad de barrer con el mito de la "madre perfecta", que a menudo solo ayuda a generar sentimientos de culpa y deuda permanente. Se percibe cómo las madres, en especial las más jóvenes, valoran la búsqueda de caminos que habiliten la libertad de elegir y la conversación abierta sobre temas que preocupan.
“Considero indispensable para el bienestar del bebé, el bienestar de su mamá. Para lograr dicho bienestar, se requiere de un proceso de parte de la mujer devenida madre del encuentro con su propio estilo de ser mamá, del llevar adelante la maternidad y crianza de sus hijos. Es decir, encontrar la libertad de poder elegir cada vez, teniendo en cuenta por supuesto la salud de su pequeño, su propia manera de maternar y criar”, cierra Marisa Russomando.
Y concluye Mariela Mociulsky: “El lado B de la maternidad nos enfrenta al desafío de acompañar, subiendo el tono de las voces que hablen de equiparar las oportunidades y los derechos. Con un panorama incierto, cada vez más mujeres y mamás argentinas deben lograr un equilibrio en un hilo delgado, amenazado por mandatos ajenos y exigencias propias”.
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