¿Por qué ordenar la casa puede ayudarte a ordenar tu mente?

 

Por su parte, la especialista japonesa Hideko Yamashita también sostiene que ordenar la casa contribuye a ordenar pensamientos, emociones y recuerdos. A través de su libro Dan-sha-ri. Ordena tu vida: quédate solo con lo necesario ¡y encuentra la felicidad!, convirtió su método en una herramienta vital a través de la cual se propone dar un lugar a cada cosa, partiendo de la idea de que al deshacernos de todo aquello que hoy ya no tiene utilidad, al liberarlo (desde una prenda vieja a un recuerdo que ya no nos aporta bienestar) nos ayuda a crear espacio, a descomprimir y, por supuesto, nos acerca a la paz mental.

La filosofía de vida basada en la sencillez material y la profundidad espiritual es una de las líneas fundamentales que recorre todo su libro. Yamashita dice que la felicidad primero tiene que buscarse primero adentro y no al revés como solemos hacer, es decir, afuera.

El título del libro Dan-sha-ri apunta justamente a eso, porque significa algo así como el camino para aprender a conocerse a una misma a través del orden, a través de las cosas y las decisiones que tomamos respecto a ellas, gracias una técnica que, según dice la autora, nos facilita la vida luego de lograr acabar –o minimizar- el caos que habita nuestro corazón.

Desde la ciencia también hay aportes. Distintos estudios demostraron cómo un hogar desordenado dispara los niveles de cortisol, que, como ya sabemos, se trata de la hormona del estrés. Por eso, tener tu hogar ordenado y limpio es una parte fundamental para que tu vida tenga bienestar de forma cotidiana.

¿Cómo lo logramos? Te compartimos 5 reglas básicas que propone Yamashita.

Nunca hay que llenar todo al 100. Da igual si es un armario, la casa o tu cabeza: la sugerencia es que llenes hasta el 80 por ciento y no más. De esta manera, al no colmar de cosas innecesarias ese espacio, estaremos dejando un margen que servirá para procesar qué llega y qué se va, y gestionar verdaderamente lo que es valioso para vos en este momento.

Hay que seleccionar todas aquellas cosas que de verdad te hacen feliz. Y, si llegan nuevas, en todo caso evaluar qué reemplazás. Ponerle límite a la acumulación y al consumo innecesario también es un gran paso para dar camino a la paz mental y a una vida más sencilla.

"La libertad a la que me refiero es a la libertad de elección", señala la autora. Y aunque en principio no parezca guardar relación con la manera en la que se colocan las cosas, ella asegura que guardar los objetos de forma vertical, poniendo como ejemplo los supermercados, ayuda a seleccionar con libertad lo que necesitamos y a acceder a ello con facilidad, otorgándonos una deliciosa sensación de autonomía.

Es el momento de plantearse dónde guardar todo lo elegido. En este sentido, Yamashita recomienda hacerlo de tal modo que el acto de guardar y sacar las cosas exija como máximo dos movimientos: abrir la puerta del armario y cogerlas. Sin más esfuerzos. "En mi caso prescindo de las tapas de las cajas, o de gomas que dificulten su apertura", expresa en su libro.

Con el 'Dan-sha-ri' se recupera el orden de las cosas y, según dice la autora, repercute directamente en nuestra relación con ellas y nuestra actitud para afrontar los problemas. "En ese momento, esta 'marcha automática' estaba bloqueada. Y eso es lo que estamos solucionando". La llamada “marcha automática” actúa en consonancia con la capacidad natural que tiene nuestro cuerpo para regularse y responder a los estímulos. Si éstos son caos y desorden, la reacción va a ir por la misma línea. Y eso es lo que queremos evitar.