Día del Mate: los 3 errores más comunes de los amantes del mate

Chau al despolvillador: “Detesto al que inventó el despolvillador. No se cuela la yerba. ¿Un consejo? Traten con cuidado el paquete, porque la hora se sigue rompiendo. Cuando lo tengan en su casa, den vuelta el paquete, así se vuelven a mezclar los componentes. Ni el paquete ni el mate son una coctelera, así que hay tratarlos con suavidad, que vaya cayendo el polvo. Eso va a ayudar a que al mate lleguen los 4 componentes: el polvo, la hoja fina, la hoja gruesa y el palo. El polvo es un aliado”.

Temperatura del agua: “Sigo encontrándome con gente que hierve el agua. Lo que hace es que lave más rápido el mate, además de darle un sabor súper amargo que no es parte de la experiencia, no debería ser así. Si alguien me dice: ‘me gusta bien fuerte’, le digo que vaya a una yerba más intensa (de monte, por ejemplo), pero que no le haga eso al mate. Es importante conocer que hay otras alternativas, que no todas las yerbas son iguales. El agua ideal es entre 75 y 80 grados”.

La bombilla: “Nadie le da bola, yo le digo la olvidada bombilla, porque nadie le presta atención. Usen una de acero inoxidable, de materiales nobles. Cúrenla. Curarla es lavarla: pongan una olla con agua, dos cucharaditas de bicarbonato de sodio, metan todas las bombillas que tengan en su casa (nada de usar una bombilla que estaba en el fondo del cajón y meterla en el mate) y las dejan ahí hirviendo. Van a ver que empieza a colorearse de verde el agua y esto es porque hay sedimentos de yerba mate adentro de la bombilla. Piensen que la yerba es un elemento orgánico. Cambia mucho la experiencia del mate que estamos tomando si la bombilla está limpia”.