Qué es el dolor social y cómo afecta a las relaciones de pareja
Qué rol desempeña la autoestima en la construcción de vínculos sexoafectivos y qué sucede cuando el temor a ser rechazado se vuelve crónico. Te contamos qué dicen al respecto diversos estudios.
13 de marzo de 2024
El dolor social se define como una experiencia emocional desagradable desencadenada a partir de sentirse excluido o rechazado. - Créditos: Getty Images
Establecer relaciones sexo-afectivas saludables probablemente sea uno de los grandes desafíos vinculares que todos se nos presenta en algún momento de la vida. Poner en común deseos, expectativas, como también bancarse el rechazo y la incomodidad de no coincidir siempre en aquello que sentimos o deseamos construir requiere de mentes sanas con herramientas de inteligencia emocional al alcance. La sensación de rechazo y soledad es uno de los aspectos que más incide en la creación de autoestimas débiles. Cuando no hay autoestima, tampoco hay capacidad para sostener vínculos saludables y aparece lo que distintos expertos llaman “dolor social”.
El dolor social se define como “una experiencia emocional desagradable desencadenada al percibirse el individuo como excluido o rechazado por parte de personas o grupos con los que desea relacionarse, lo que produce los mismos sentimientos de sufrimiento que el dolor físico”, indica un grupo de expertos en este estudio.
Estrategias para recuperar la comunicación y estar bien en pareja. - Créditos: Getty Images
Al mismo tiempo, se habla de la relación que existe entre el dolor social y el consecuente dolor físico en esa misma persona y se concluyó en que el primero “se procesa en las mismas áreas cerebrales que el dolor físico en su dimensión afectiva. Puede revivir mentalmente, aunque la situación conflictiva interpersonal haya terminado hace tiempo. Ambos tipos de dolor son fuentes de estrés”.
Tanto es así que, entre los últimos hallazgos que las neurociencias realizaron en este sentido, han demostrado que la experiencia de dolor físico está conectada con la experiencia de dolor social al identificar una vía neuronal subyacente compartida.
Dolor social vs establecer pareja
La baja autoestima es el complemento perfecto del “dolor social”, dos aspectos de la salud mental que complejizan, y muchas veces inhabilitan, la capacidad de establecer relaciones sexoafectivas.
En la misma línea, los los psicólogos de la Universidad de Waterloo, Canadá, Taylor Hudd y David A. Moscovitch, explican en este estudio que la falta de autoestima es uno de los rasgos de personalidad más problemáticos a la hora de establecer relaciones sociales sanas. También postulan que el dolor social se trata de un trastorno que activa partes de nuestro cerebro en aquellas personas que en el pasado fueron expuestas a rechazos intensos o momentos de exclusión prolongados.
Cómo afecta la baja autoestima en la pareja
La psicóloga española Valeria Sabater identifica una serie de situaciones comunes en las parejas que tienen baja autoestima que podrían servir de alerta para desnaturalizar formas comunes (muy tóxicas) de vincularnos.
Existen grandes dificultades para ser vos mismo/a: “La baja autoestima diluye el sentido del yo: Al no sentirnos bien con lo que somos, nos escondemos tras otras máscaras para aparentar virtudes que concebimos como más atractivas. Un ejemplo de ello es querer ser como nuestra pareja desea. Si la otra persona quiere que seamos más dóciles, serviciales y dependientes, lo acabaremos siendo para gratificarla”, asegura la especialista.
Celos e inseguridad: La persona con autoestima débil es insegura y desconfiada. Su mente se llena de preocupaciones y la sombra de los celos los persigue casi a cada instante. Temen que de un momento a otro se produzca el abandono. Nada es tan destructivo como sentirse falible e inferior para quedar supeditado al miedo constante a ser traicionado.
Miedo a expresar tus necesidades: Cuando no se tiene autoestima elevada se suele priorizar las necesidades de las otras personas antes que las propias para no sobrecargar, para no preocupar ni molestar a nadie. En este caso, lo que siente o necesita tu pareja pareciera ser siempre más importante que lo que te sucede a vos.
No te sentís suficientemente bueno/a para la otra persona: Cuando uno no tiene una buena percepción de sí mismo siempre se siente en desventaja. En la mente de la persona con baja autoestima abundan ideas nocivas del tipo “no soy lo bastante inteligente para mi pareja”, “no soy divertido y le aburro», «seguro que sus anteriores parejas eran más atractivas que yo”.