Abrazo de la mariposa: ¿en qué consiste la técnica que te puede ayudar con la ansiedad?

Esta técnica fue creada e implementada por primera vez por la psicóloga estadounidense Francine Shapiro para abordar trastornos de stress postraumáticos. En este contexto aparece el abrazo de la Mariposa, una técnica de autorregulación emocional creada por la especialista Lucina Artigas para ayudar a los supervivientes del huracán Paulina, en México.

“Responde a un patrón rítmico de golpecitos o palmaditas en puntos específicos del cuerpo mientras se concentra en una afirmación o declaración tranquilizadora”, precisa Valeria.

Y detalla: “Desde la psicología y, puntualmente desde este método, se entiende al cerebro como si fuera una especie de computadora que guarda toda la información basada en las distintas experiencias vividas a lo largo de nuestra vida, creando una red interna de imágenes, creencias, sensaciones, emociones y pensamientos, asociadas a nuestros recuerdos. Cuando vivimos un hecho traumático o muy angustioso hay información que queda sin procesar, bloqueada o almacenada disfuncionalmente”.

Siguiendo esta lógica, cuando aparece algo de esa información sin procesar en nuestro presente, según Valeria, un simple olor, ruido o sensación corporal pueden recrear la sensación corporal vivida en aquel hecho traumático del pasado, obligándonos a volver a experimentarlo a nivel emocional.

Con el método del abrazo mariposa se accede a los recuerdos de un evento traumático de maneras muy específicas: “Al combinarlo con movimientos oculares e instrucciones guiadas, el acceso a esos recuerdos ayuda al paciente a reprocesar lo que recuerda del evento negativo, propiciando reparar el daño mental causado por el recuerdo negativo”.

 “Actualmente es una técnica que utilizan muchos psicoterapeutas y psicólogos como una herramienta que se le brinda a los pacientes ante momentos por ejemplo de mucha angustia o episodios de ansiedad”, dice Valeria.

Cuando se siente ansiedad, el sistema nervioso simpático (responsable de la respuesta de “lucha o huida”) se activa. El abrazo de la mariposa, según continua la experta, ayuda a contrarrestar esta activación, estimulando el sistema nervioso parasimpático, que es el encargado de las funciones de relajación y reposo.

A su vez, se trata de un método que contribuye a reducir “la producción de cortisol, que es la famosa hormona del estrés, ayudando a calmar los pensamientos intrusivos y la sensación de alarma”.

El ritmo diario acelerados en combinación con la utilización excesiva de dispositivos tecnológicos nos lleva a desregularnos, sutilmente, un poco cada día. Y así, muchas veces sin notarlo comenzamos a vivir episodios de ansiedad. “Se pueden sentir palpitaciones, dolor de cabeza, imposibilidad para conciliar el sueño, entre otros signos. Cuando nos les prestamos atención o se sostiene a largo plazo pueden agudizarse y recaer en una problemática mayor”.

¿Todas las personas pueden aplicarla? “Dado que es una técnica sencilla de autorregulación cualquiera puede practicarla, pero probablemente para quienes tengan otro tipo de afecciones o circunstancias como afecciones psiquiátricas graves, abuso de sustancias, o experiencias traumáticas muy recientes no sea la mejor alternativa dado que se requiere profundizar en otras cuestiones”, indica la experta.