Cómo manejar los conflictos familiares durante las fiestas: 7 claves para no perder la calma

1. Elegir el momento adecuado para hablar: una de las claves para manejar los conflictos familiares es elegir cuándo y dónde tener ciertas conversaciones. "Si necesitás aclarar algo o establecer un límite, no lo hagas impulsivamente frente a toda la familia", advierte Calvo. Es mejor buscar un momento tranquilo y privado, donde ambas partes puedan conversar sin interrupciones ni distracciones.
    
2. Hablar sobre las acciones, no sobre las personas: "Evitar ataques personales es crucial para que una conversación no se transforme en una discusión", señala. En lugar de frases como “Sos un cargoso” o “Siempre criticás todo lo que hago”, Calvo recomienda centrarse en cómo nos afectan las acciones del otro: “Me siento incómodo cuando hacés comentarios sobre mi vida personal” o “Me dolió cuando mencionaste ese tema frente a todos”. Este enfoque permite que la otra persona reflexione sin sentirse atacada.
    
3. Practicar la asertividad: para el experto la asertividad es una herramienta esencial para gestionar los conflictos de manera efectiva. Expresar lo que sentimos de forma directa, pero sin agresividad, puede marcar la diferencia. "Ser breve, concreto y evitar el sarcasmo son elementos clave", afirma. Frases como “Me gustaría que no me pregunten eso porque me pone incómodo” son más efectivas que respuestas irónicas o evasivas.
    
4. Mantener la calma: es fácil caer en la impulsividad, pero reaccionar sin depeterse a pensar solo agrava los problemas. "Respirá profundo y recordá que tenés el control sobre cómo respondés", aconseja. Además, escuchar activamente y parafrasear lo que dice el otro puede evitar malentendidos y demostrar disposición al diálogo: “¿Querés decir que te preocupa tal cosa?”
    
5. Aceptar lo que no se puede cambiar: no todos los conflictos se pueden resolver. Según Calvo, es importante recordar que no podemos cambiar a los demás, pero sí cómo reaccionamos. "Tomar distancia emocional, cambiar de tema o incluso salir de la conversación son formas válidas de cuidarte", destaca el psicólogo.
    
6. Prepararse con anticipación: si ciertos temas conflictivos tienden a repetirse cada año, planificar respuestas claras y cortas puede ser de gran ayuda. “Practicar frases como ‘Prefiero no hablar de eso ahora, pero gracias por preocuparte’ te dará más confianza para manejar esas situaciones”, recomienda.
    
7. Enfocarse en lo positivo: el experto subraya la importancia de no perder de vista el propósito de las fiestas: compartir momentos y construir recuerdos. "Los conflictos son inevitables, pero no tienen por qué definir la celebración", concluye.

Manejar los conflictos familiares es una oportunidad para desarrollar habilidades como la empatía, la comunicación asertiva y la paciencia. No se trata de evitar las incomodidades, sino de enfrentarlas de manera saludable para proteger nuestro bienestar y disfrutar de las fiestas en paz.