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El pedido de la Lic. Cecilia Ce: definí tu esquema sexual

La licenciada Cecilia Ce, en esta columna para OHLALÁ!, habla del deseo sexual y cómo activarlo.


La Lic. Cé ayuda a desmitificar y romper tabúes acerca del sexo y el placer.

La Lic. Cé ayuda a desmitificar y romper tabúes acerca del sexo y el placer. - Créditos: Gentileza Lic. Ce



¿Te cuesta conectarte con tu costado más sexual? En esta columna, la Lic. Cecilia Ce aborda el tema y nos hace un pedido: "Definí tu esquema sexual". ¿Qué significa?
 

Por Lic. Cecilia Ce

El deseo sexual es un estado de disponibilidad hacia lo erótico que es subjetivo y cambiante. No tiene que ver con tener o no tener ganas, es mucho más amplio.

El deseo, entendido de una manera holística, abarca toda la sexualidad. Es el eje que recorre de manera transversal nuestros vínculos, nuestra historia, nuestra crianza, nuestra imagen corporal. La idea es, desde el deseo, poder comprender en profundidad la sexualidad. 

Yo uso el concepto de “esquema sexual” y analizo cómo cada uno va creando el propio con su historia, su información, sus vivencias, su crianza, si hubo más o menos censura, qué rol ocupó la masturbación, que cosas fueron tabú... Todo eso va armando tu historia con la sexualidad. Y de acá se desprende el porqué de que tu deseo esté más o menos disponible. El esquema sexual es el mapa para comprender el deseo. Es la llave para saber hacia dónde ir y cómo activarlo.

 

Hay personas que, en determinado contexto o momento de su vida, van a tener más sensible el acelerador y otras que van a tener más sensible el freno. Es clave saber que las variables no impactan de igual manera a todas las personas. Por ejemplo, hay quienes se inhiben a causa del estrés, y hay otros a quienes el estrés les da muchas ganas de tener sexo. Esto se debe a que, en su estructura, en su esquema, el sexo les ayuda a lidiar con las emociones, con los momentos difíciles. 

Por ejemplo, en una pareja en la que uno quiere más sexo y el otro menos, lo primero que se piensa es que esa persona que desea menos es quien tiene “el problema”, y quien quiere más suele aparecer como “normal”. Esto es un gran mito que tenemos que derribar.

 

Ninguno de los dos está bien ni mal. Son distintas estructuras, distintos esquemas sexuales. Lo importante es comprender lo que le sucede a cada uno, conocerse, descubrir un punto de encuentro o negociar. Si partimos de la comprensión y de la aceptación, todo es posible. Hay que correrse de ese lugar de “tendrías que ser como soy yo” o “lo que a vos te pasa está mal”, que es lo que hacemos por lo general.

Una de las claves es promover la flexibilidad, porque si somos flexibles, podemos afrontar cualquier cambio de una manera mucho más adaptativa, sin tanta angustia. 

@lic.ceciliace

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