Tickling: la tendencia sexual basada en cosquillas eróticas
El cosquilleo puede ayudarnos a llegar al orgasmo si lo incorporamos estratégicamente durante el encuentro sexual. Te contamos cómo.
6 de agosto de 2023
Tickling, la tendencia sexual que crece. - Créditos: Getty
A la hora de tener relaciones sexuales, experimentar con recursos diferentes le puede aportar un sabor distinto al acto. Esta vez nos topamos con el tickling, en español la acción de hacer cosquillas.
Resulta que, para muchas personas, las cosquillas son erotizantes cuando se hacen en puntos estratégicos del cuerpo. Sí, erotizantes. Mientras que a unos les saca carcajadas y lárgimas de risa, para otros, estas encienden un botón del deseo durante el juego sexual sin vuelta atrás.
Cómo practicar el tickling
La idea es estimular las zonas erógenas, aumentar la sensibilidad e incrementar las posibilidades de tener un orgasmo.
Si bien con los dedos las cosquillas son más simples y directa, la idea es recurrir a objetos que provoquen una sensación agradable y suave sobre sobre la piel: plumas, plumeros, pañuelos, por ejemplo.
Acondicioná el ambiente. Como en todo juego sexual, generar un ambiente sexy, con luz, música, o lo que más les gusta a tu pareja sexual y vos, potenciará el imaginario de cada uno y el efecto del tickling será mayor.
Empezá el tickling primero por las zonas más comunes del cuerpo y luego explorá otras. Tu pareja, seguramente tenga más sensibilidad en ciertas zonas, debajo de la axila o en la panza, por ejemplo. Pero dirigite a nuevos puntos del cuerpo, algo inesperado y sorpresivo.
Ni bien localices el punto erógeno o los puntos con el tickling, anímate a incorporar prácticas del sexo kinky: juguetes sexuales, vendarse los ojos, dirty talk, disfrazarse, entre otros.
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