5 lugares de Buenos Aires para disfrutar de un buen vermut con amigos

Así como hubo un boom del gin y parecía que todos ahora disfrutaban de un clásico gin-tonic, el vermut está haciendo el mismo recorrido. Una preparación clásica que casi había desaparecido de las cartas, ahora está pisando con muchísima fuerza y -cada vez más- sus consumidores buscan verse desafiados por sus sabores.

¿Qué es el vermut? Se trata de un vino macerado con diferentes hierbas que -se dice- fue creado por Hipócrates en 460 a. C. y a esto le debe su pseudónimo de “vino hipocrático”. En Argentina tuvo su pico de consumo durante los siglos XIX y XX debido a la enorme migración de italianos al país que importaron la costumbre de tomar un vermú como el aperitivo favorito de las comidas. Con una enorme propuesta de sabores (porque, dependiendo las hierbas elegidas el resultado es distinto), elegimos cinco lugares para que pruebes y te sumes a esta movida.

Con Eduardo Demaestri y Guillermo Sznajder como las personas detrás de esta vermutería, Malasangre es un proyecto que nació en plena pandemia y que se convirtió en el lugar ideal para quienes buscan empezar a conocer un poco más de esta bebida. ¿La razón? Su carta tiene una enorme variedad de etiquetas de vermú con las cuales vas a poder experimentar y así encontrar los sabores que más te gustan. Con Ramiro Monteagudo como bar manager, además podés disfrutar del menú diseñado por Walter Garcia Díaz que te invita a jugar con distintas opciones y armar un recorrido al mejor estilo tapeo.

Mientras que El Imperfecto no se trata de una vermutería en sí, es uno de los tantos lugares en donde podés pedir una botella de Vermuciraptor. Un vermut de autor creado por el bartender argentino Federico Iasparra quien, después de pasar varios años en España estudiando la movida, volvió al país y lanzó su propuesta al mercado local. Se trata de una versión especiada en aroma, de entrada dulce y herbal y con final pronunciado. Es una gran opción si es que estás empezando a tomar este aperitivo ya que es muy fácil de disfrutar y no satura el paladar.

Ya un clásico de la movida del vermut, La Fuerza es tanto el nombre del bar como de su etiqueta. Con diferentes opciones (blanco, rojo y rosa) así como distintas presentaciones (además de la botella, hace poco lanzaron su vermú en lata); el ambiente es súper relajado y un espacio increíble para juntarse con amigos y quedarse charlando por horas. ¿El datito? Además del bar tienen tienda online en donde podés comprar sus diferentes productos.

Esta esquina palermitana es un viaje de sabores y de tradiciones porteñas. Invitándote a diferentes maridajes que combinan aperitivos clásicos reversionados con una propuesta gastronómica repleta de sabor, su carta se destaca por toda una selección de vermús que tienen una vuelta de tuerca muy divertida. Desde “El Floral” (vermú Florale, almíbar, jugo de limón, clara de huevo, crema de leche y soda) hasta “El Refrescante” (vermú blanco, aperol, cordial de limón, jugo de pomelo y garnish de pepino), si ya sos fan de este aperitivo no podés dejar de probar sus propuestas.

Su cuenta en Instagram dice “vermú y comidas con mucho amor”, y no hay mejor descripción para este espacio que es regentado por una pareja. Ideal para quedarte un par de horas después de la jornada laboral, “Irú Vermú” es el tipo de bar que se destaca por su ambiente cálido, relajado, de amigos y en donde siempre te sentís como en casa. Con platos clásicos de la gastronomía argentina, ir y disfrutar de un Piru (vino y vermú blanco) es un planazo que funciona cualquier día de la semana.