Y hoy, así como la semana pasada la terminamos bostezando, hoy propongo que nos fundamos en un gran aplauso. "El teatro es catarsis" me dijo esta tarde Ale, a la salida de un espectáculo para niños en el complejo que él dirige (Complejo Cultural 25 de Mayo), y habiéndome yo acercado a despedirme.
"Gracias, Ale. No sabés lo que las nenas disfrutaron y lo que yo disfruté. Estamos emocionados", le había dicho. Y acto seguido invitó a China y a su amiguita Morena a volver a la sala para conocer el escenario desde el otro lado. Una belleza, imagínense.
Pero esta mini o maxi anécdota es sólo una excusa para mi propuesta: que con los pies bien en la Tierra, las manos sueltas, batamos nuestras palmas (uh, me siento el muñeco Mateyko ¡!) en agradecimiento a lo que vivimos.
Quiero aplaudir a los artistas, a esos increíbles seres que entregan en su alma en escena, pero también quiero aplaudir a todos aquellos que también dan su vida, su cuerpo, en miles de escenarios no tan iluminados ni tan tenidos en cuenta.
Quiero aplaudir a los miedos que salen a la cancha y se zambullen (a Ine/Pucca que escribió lindísimo), a los bichitos bolitas que sueñan con -algún día- estirar sus alas, a la mujer de 60 años que ayer escribió su primer comentario en el blog, a todos los que a diario regalan algo sin pretender mucho o nada... A los que ofrecen su tiempo sin mirar el reloj, a los que se interesan, se comprometen, se abren, se juegan, se arriesgan, se ponen, transpiran, sonríen, ¡ríen! (¡qué generosos los que ríen!), a los que miran atentos o que simplemente tiran o sienten buenos deseos hacia sí mismos o al resto.
Quiero aplaudir, gritar "¡bravo, bravo!". No importa que quede como una ridícula, ¡qué más da! ¡A esta altura! Me hace bien hacerlo... Aplaudir hasta que las palmas digan "nena, basta, me duele"... ¡Qué importa!.... Si la estuvimos pasando bomba, si el Arte y la Vida nos cautiva... Si nos emociona estar vivos (aunque parezca una huevona o un muñeco Mateyko o cualquier personaje freak del estilo, jaja) ¡Qué más da! ¡A la miércoles! ¡A la viernes! ¡Gracias! ¡Gracias!
Aplaudo porque no me alcanzan las palabras, porque amo hacerlo, porque es un maravilloso acto colectivo de unión y descarga, de cierre, de qué se yo, de "bueno", de "vamos", de que los quiero, y "half of what I say is meaningless, but I say it just to reach you...".
¡¿Aplauden conmigo?! ¿A qué o a quiénes aplaudimos?
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