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Hola, mi amor




Todos los años, el día del cumpleaños, le escribo a mi hija. Quiero decir, escribo un post dirigido a ella. En un momento lo sentí casi un recurso. Hablarle a ella era una manera más fácil, más funcional para hablar de ella. Este año, por primera vez, no voy a tenerla de destinaria imaginaria, sino real. Por primera vez será una carta. Por primera vez ella se sentará a leerla.
China:
Hola, mi amor, ¿cómo estás? Esto es una carta. Una cartita. Como la que le escribiste al Ratón Pérez, o como la que le escribiste alguna vez a Papá Noel... para Navidad.
Una carta de mamá a China.
¿Te gusta que te escriba una carta? Si querés, podés leérsela a Lupe. Y si querés, también podés leérsela a alguna amiga.
Ah, sí, ya sé, no te gusta que te abrace y te bese mucho delante de tus amigas. Lo sé. Mamá a veces es un poco pesada... ¡Una hincha!
Ahora no te voy a abrazar, aunque quisiera... porque ¿cómo abrazarte con palabras? ¿Cómo serían palabras que te abracen? ¿Palabras abrazadoras? ¿Palabras con brazos quizás?
No importa.
Importa que sepas que mamá te ama.
¿Cuántas veces te lo dije? ¿Soy muy repetitiva?
¿Querés que no lo diga tanto y "lo haga"? Lo hago. Trato. Como esta mañana en la que te dolía la panza... ¿Viste que mamá es curandera? Siempre, siempre me gustó curarte. O sentir que de alguna manera ayudaba a que sanes... ¿Querés que juegue más? ¿Eso me estás pidiendo? ¿Qué juegue más y esté menos tiempo en la computadora? ¿Querés que deje de hacerme malasangre por temas de grandes y te mire? ¿Que te mire hacer la medialuna? La hacés perfecta a la medialuna, China. Sí. Porque practicaste mucho, lo sé. Y cada vez te va a salir mejor... Lo mismo con la vertical. Tenés que tener paciencia. Va a ir saliendo. A mí me llevó unos años.
Y con todo. También con mami. Conmigo. Yo sé que vivo prometiéndote ser mejor madre de la que soy. Es una eterna promesa. Y por momentos la cumplo, y me siento Gardel... ¿Quién es Gardel? Gardel era un hombre que cantaba tangos. ¿Tangos? Tango es un tipo de música. Después te voy a hacer escuchar un tango... Sentirse Gardel es sentirse grande... Sentirse una Mamá con todas las letras. Una M-A-M-A. Quiero decir, cuando puedo cumplir con vos, como quiero, como debo, me siento plena... Plenitud. ¿Viste que el otro día me preguntabas qué significa "plenitud"? ¿Y qué te contesté? Significa feliz, muy contenta.
Mamá es la mamá más feliz del mundo cuando puede darte toda su atención, cuando puede mirarte haciendo medialunas, verticales, escucharte haciendo las cuentas, aprender de vos cómo se hacen los barcos de papel, acompañarte haciendo la tarea, cocinarte lo que vos te gusta, darte la mano a la noche, como a veces me pedís... También me hace bien enseñarte lo que está mal... con amor. ¿Viste que mamá siempre repite "con amor", "con amor"? Pero muchas veces dice "con amor" y después grita... o se enoja de más. O se distrae y se pone a chatear en la computadora con alguien.
Bueno, ésa también es mamá... Sabé perdonarme. ¿Sabés que yo también fui nena? Fui chiquita como vos. Me viste en las fotos. Y como vos, aprendí muchas cosas. Y otras todavía estoy aprendiendo. Y voy a seguir. Vamos a seguir... Toda la vida. Toda la vida. O todas las vidas. Porque como dice tu hermana, cuando terminemos esta vida, vamos a volver a elegirnos. Vamos a seguir juntas... Como sea.
Siempre, siempre voy a estar, China. Siempre. Pase lo que pase.
Sólo vas a tener que llamarme, si no me doy cuenta, y decirme "maaaa...". Y yo voy a estar. Para todo. Te voy a apoyar, sostener, empujar, escuchar, ayudar, todo lo que necesites. Mamá es tuya. Siempre va a ser tuya. Y de Lupe. Tenés que compartirme.
Y tienen que tratarse bien entre ustedes.
Mamá también es la mamá más feliz del mundo cuando las ve que se quieren... Lupe te admira. Admirar significa que te quiere y te mira como si fueras... Gardel... Grande. ¡Sos su hermana mayor! Ella te copia (otro tanto vos a ella).
¿Sabés lo que me hubiera encantado a mí tener una hermana-amiga?
Ah, sí, hay algo mejor que todas las golosinas y todos los juegos del mundo. Y eso es tener hermanas-amigas. Y amigas-hermanas... como Clara, Julieta y Ámbar.
¡Y ya cambio de tema!
¡Cumplís 7! ¡Por fin!
Hace 7 años salías por la puerta, por la panza de mamá. Un kilo y medio pesabas. Tenías mirada de marciana. Los pelos punk (punk = parados). Y los ojos azules, azules. Y entrabas en mi mano, en una sola mano... Te gusta que te hable de ese día. Sí, a mí también me gusta.
En fin, eras una belleza. Sos una belleza.
Y yo me siento privilegiada (feliz, contenta) de que seas MI HIJA.
(Este es el momento del final de la carta. Tengo que terminarla).
Gracias, China, por ser tan genia.
Acá ya pesabas más de 2 kilos y habías vuelto a casa.

Acá ya pesabas más de 2 kilos y habías vuelto a casa.

Mi hija mágica

Mi hija mágica

Bella, bella, bella

Bella, bella, bella

Mirá. Éste es Gardel. Esta es una tapa de uno de sus discos:

Y por último, dejo una pregunta para que las lectoras respondan:
¿Les escribieron alguna vez una carta a sus hijos (para que ellos lean)?

¡Compartilo!

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