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Tristeza no tiene fin




Hoy salgo de mi historia individual y escribo como integrante de mi comunidad.
Que la muerte de Ángeles Rawson (16 años) no sea un caso nuevo no le quita ni dolor ni tragedia al hecho (más bien todo lo contrario, ¡otro más!)
Que en unos días muchos nos olvidaremos de lo que pasó, y sí, probablemente en un plano eso pase (no se puede vivir en eterno duelo)...
PERO al menos, pienso, al menos que esta nueva monstruosidad "sirva" de algo.
"Eso pasó siempre y pasa en todos lados", decía una alumna anoche. ¿Será así? ¿Serán locos/enfermos/perversos de los que nadie puede responsabilizarse?
No lo sé.
Yo siento que acá NO SÓLO se trata de pedir Justicia y Seguridad (que mal no nos vendrían), sino que, además, hay un llamado ético. De responsabilidad. "¿Qué tipo de hombres estamos "criando" como sociedad? ¿Qué tipo de valores estamos fomentando? ¿Qué es lo importante, lo vital, qué no lo es tanto?..." La noticia me disparó todos esos cuestionamientos.
Ni hablar de volver a preguntarme si quiero seguir viviendo en esta ciudad.
Quizás sea un planteo drástico, perdonen si me excedo.
No puedo dejar de pensar en esa niña, en las horas finales de su vida.
No puedo dejar de pensar en esa madre también torturada, de por vida torturada. ¿O acaso que hagan eso con un hijo propio no es una forma de torturarte, de lastimarte todos y cada uno de tus días, de acá hasta que te vayas?
Abrazo en silencio a esa familia. Y si hay Dios, vamos, ponete las pilas.

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