Equinoccio de primavera: momento de encontrar el balance 

Y la verdad es que, si pretendés sentirte más cómodo a medida que vas creciendo, el conflicto va a ser parte de tu vida: vas a hacer algo que le va a molestar a otra persona y van a tener razón (a veces no), vas a tener días en que te sientas irritado y molesto por cualquier cosa, no te vas a bancar a nadie, alguien no te va a bancar a vos por la tontería más grande del mundo, te van a putear por algo que otra persona se arma en su cabeza y no se acerca ni un poco a la realidad, te vas a molestar por algo que sólo ocurre en tu imaginación, y así. La vida es eso, tirarse al barro y arreglar, solucionar los conflictos, enfrentar situaciones y aprender a confrontar a las personas.

Hace unos días, hablando con una amiga ariana, me hizo un comentario que me quedó dando vueltas y lo quiero dejar acá: a veces las personas no saben lidiar con su malhumor, su irritación o lo que les molesta, porque no conectamos bien con la capacidad de resolver conflictos.

No hay nada malo en pararle el carro al otro y hay que enojarse si es necesario, porque de lo contrario hay otras personas que no van a aprender a respetarnos. Y también te vas a encontrar muchas veces con personas que van a usar tu enojo y molestia en contra tuyo, porque es más fácil tildarte a vos de algo que no sos para no hacerse cargo de que son ellos quienes generan esa molestia y esas ganas que uno tiene de defenderse e imponerse en primer lugar. Así que también es adultez adquirida defenderse, decir "basta, hasta acá", y saber que sí, si uno se enoja, es porque se aguantó suficiente. A veces, esa es la única forma de encontrar el balance. 

Es necesario que dejemos de criar chicas buenas, y que empecemos a traer al mundo chicas con corazón, fuertes y ruidosas, que se enojen, que se quejen de lo que no les gusta, que dejen de acomodarse al mundo. Basta de chicas diez, estamos hartas de tener que serlo todo, todo el tiempo. Basta de ser chicas que se quedan en una relación para conformarse con lo que hay, por no querer ser catalogadas de malas.

Me quiero más libre también. Nunca pude serlo. Ahora se nos viene el equinoccio de primavera en el hemisferio sur, y junto con eso, el comienzo de la temporada Libra, una que va a venir de la mano de eclipses. Una que nos va a pedir balance, y ese balance va a tener que venir de la mano de hacer elecciones.

Algunas que ya sabemos hacer, otras de las que no tenemos idea, y muchas tantas que nos dan terror. ¿Cuál es la realidad de las cosas? ¿Qué miro de mi cuerpo, cómo aprendo a darle lo que necesita y desea, qué tanto lo hago atravesar la mirada del otro? Elegirse muchas veces es un proceso incómodo, implica sacarse de encima condicionamientos que nos han pedido históricamente que pasemos por arriba, porque el otro siempre viene primero. Uno no puede vivir una vida balanceada si se deja en último lugar constantemente. 

Como resultado del equinoccio que se acerca esta semana, la duración del día y la noche son aproximadamente iguales en todas las partes del mundo. A partir de este punto, los días comenzarán a alargarse gradualmente y las temperaturas aumentarán, marcando el inicio de la primavera.

Son momentos especiales, y tienen un significado cultural y tradicional en muchas ciudades del mundo. Su simbolismo se centra principalmente en conceptos de renacimiento, equilibrio y renovación, dado que es un momento en el que la naturaleza "renace" después de un período de adormecimiento y muerte como sucede en el invierno.

Los árboles vuelven a brotar, las flores explotan de color y los animales salen de sus cuevitas. Este renacimiento de la naturaleza refleja la oportunidad de dejar atrás lo viejo y dar paso a lo nuevo. Y este equilibrio de la naturaleza entre la luz y la oscuridad es un recordatorio de la importancia del equilibrio en nuestras propias vidas.

Por @__venusandmars