Modalidad permisiva, autoritaria o participativa: ¿por qué establecer límites es fundamental?
Evangelina Cueto reflexiona sobre la importancia de los límites en la crianza y explica las tres modalidades más comunes que existen.
7 de diciembre de 2022
Cuál es la importancia de los límites en la crianza. - Créditos: Getty.
En un momento sociohistórico particular donde existe inundación de información sobre crianza (¡etapa infotóxica!), realizar ediciones y montajes lógicos de las teorías y acomodarlas a las necesidades familiares, resulta complejo. Por eso, la lectura crítica de cada artículo debe constituirse como guía fundamental.
Ahora bien, ¿qué es un límite? Etimológicamente, la palabra límite deriva de limitis, que significa el sendero que separa una propiedad de la otra. “Pasar el límite” es pisar propiedad ajena y en la consecuencia, los chicos inician la incorporación de ciertos acuerdos sociales. Sin que la transgresión esté presente en alguna medida, no hay introducción a las normas. La idea de “sendero” invita a pensar que los límites son una camino arduo para establecer pautas, que -inicialmente- no son necesidades infantiles, sino pactos socio-culturales del mundo adulto.
¿Qué modos de establecimiento de límites existen?
A modo de graficar esta interacción entre criadores y criados podríamos decir que, básicamente, existen dos formas clásicas:
1
Modalidad autoritaria: los adultos utilizan la severidad, la exigencia y hasta el castigo (físico y/o emocional) para“controlar a sus hijos. Estos adultos tienen expectativas muy altas con respecto a la crianza. Los discurso que suelen acompañar esta forma, están relacionados con un temor excesivo a que sus hijos no cuenten con normas, herramientas y que no cumplan. Podríamos decir: sobredosis de reglas como objetivo de vida a como dé. Bajo la premisa del control, los supuestos cuidadores despliegan recursos adultocéntricos, donde los pibes tienen reservada la obediencia como única respuesta posible. Los hijos del autoritarismo pueden ser de diversas maneras pero -en línea con la necesidad de resumir- las características principales son la inseguridad, la autoculpabilización, la reserva y el auto-repliegue (“tímidos y cumplidores”), la necesidad de persistir en esquemas de dominio para ser conducidos y el temor.
2
Modalidad permisiva: en la exacta esquina de enfrente del modelo anterior, estos adultos se perciben cariñosos, relajados y acceden -casi sin filtro- a los pedidos de las infancias y adolescencias. No conocen mucho (o nada) de límites y en caso de utilizarlos, los inunda la culpa inmediata que los obliga a revertir la conducta generando ambivalencia casi persistente. Las reglas son enemigas y sus creencias se pueden vincular con expresiones del estilo “mi hijo es mi maestro, vino para enseñarme”. Este estilo marental/parental, vivencia la angustia frente a cualquier orden de frustración que transiten sus hijos. La consecuencia de la permisividad tiene vinculación, justamente, con la intolerancia a la frustración y también con la sensación de soledad, a falta de percibir la seguridad simbólica de las figuras (supuestamente) cuidadoras.
A pesar de la descripción binaria anterior, existe una tercera posición que implica trabajo y desafío, desde mi punto de vista, como ninguna otra forma. Se trata de la modalidad democrática, participativa, que lleva el diálogo como bandera. Los roles están definidos y no hay corrimiento de la responsabilidad de la función parental y marental, pero sin supremacía adulta. Tampoco se promueve la tiranía de la niñez ni se fomentan las ambigüedades. La conversación para construir límites en dosis justa es la clave. Este último modo es el único verdaderamente enmarcado en los derechos de niñas, niños y adolescentes, donde su voz (bien-entendida) es prioridad. Niños y niñas como sujetos de derechos, no como objetos de protección, tal cual está plasmado en la Convención Internacional de Niñas, Niños y Adolescentes y en nuestras leyes locales de protección de derechos de las infancias. En síntesis, ni autoritarismo ni libertinaje, sino disponibilidad, escucha y derechos entendidos de una manera amplia.
Nota gentileza de Evangelina Cueto. Seguila en Instagram en: @eva_pediatra