
¿Qué tengo que hacer cuando mi bebé llora?
Repitan conmigo: dejar llorar al bebé nunca es una solución. Este debería ser nuestro mantra. Te contamos qué pasa cuando el bebé llora y cómo transitar ese momento.
17 de abril de 2025

¿Qué hacer cuando llora tu bebé? - Créditos: Getty
Repitan conmigo: dejar llorar al bebé nunca es una solución. Este debería ser nuestro mantra. Hoy en día estamos bombardeados de información no chequeada, de opiniones no pedidas y de consejos bienintencionados pero que muchas veces no nos ayudan ¿Y qué nos pasa? Perdemos la brújula de nuestro sentido común.
Michel Odent, uno de los obstetras más revolucionarios y adelantados decía “hoy necesitamos a la ciencia para volver al sentido común”. Durante los últimos años aumentaron los artículos científicos que confirman que acudir a las necesidades de los bebés es beneficioso para todas las esferas de su salud. No lo estás malcriando, no te está manipulando y no estás criando a un ser dependiente. Así que ¡tranquila!
Un estudio publicado en Pediatrics afirma:“El llanto no consolado en los primeros meses puede tener efectos adversos en el desarrollo del sistema de respuesta al estrés del bebé”. (Middlemiss et al., Pediatrics, 2012)
El llanto como señal vital
Aunque la célebre frase de Moria dijera ‘si querés llorar, llorá’, el llanto luego de algunos minutos produce secreción de cortisol, la hormona del estrés. Entonces, aplicando la regla del sentido común nos preguntamos: si ves a un ser querido llorando ¿lo dejarías llorar o más bien le preguntarías cómo podés ayudarlo? ¡Con los bebés es igual!
El llanto es la primera forma de comunicación de un bebé. A través de él expresa necesidades básicas: hambre, sueño, incomodidad, frío, calor, necesidad de contacto o simplemente necesidad de consuelo. Y no acudir a su llanto le genera estrés.
Diversos estudios han demostrado que la exposición repetida o prolongada a niveles elevados de cortisol en la infancia puede afectar el desarrollo del cerebro, especialmente en regiones relacionadas con la regulación emocional, el apego y la memoria.
“Los bebés que experimentan una respuesta sensible y consistente a sus señales, incluyendo el llanto, desarrollan mayor seguridad emocional, mejores habilidades sociales y mejor capacidad de autorregulación.” (Landry SH et al., Future Child, 2008)
¿Escuchaste hablar de regulación?
Probablemente hayas escuchado el término ciento de veces, pero ¿qué es exactamente? La regulación es la satisfacción de nuestras necesidades básicas. Desde respirar hasta dormir son distintas formas de regularnos.
Cambiarles los pañales, darles de comer y llevarlos de paseo son las maneras de regular a los bebés. ¡¿Pero qué hacemos cuando nada parece suficiente y siguen llorando?! La regulación se puede brindar al sostenerlos, acariciarlos o consolarlos. Es el modo que tenemos de ayudarlos a estabilizar su temperatura, su frecuencia cardíaca, su respiración, y también su estado emocional.
“El contacto piel a piel regula funciones fisiológicas del bebé como el llanto, la temperatura, el sueño y el ritmo cardíaco”. (Tribe RM et al., Early Hum Dev, 2024)
Este tipo de contacto estimula la liberación de oxitocina, conocida como la hormona del amor, que fortalece el vínculo afectivo entre el bebé y su cuidador, reduciendo los niveles de estrés en ambos.
Mientras que, siendo adultos, conseguimos oxitocina mediante besos, abrazos, orgasmos ¡y hasta durante el parto y la lactancia!, en los bebés se secreta ante el contacto y la succión.
Entonces, ¿qué hacemos?
Lo atendés. Lo abrazás. Lo contenés. Porque no hay fórmula mágica más poderosa que construir un vínculo seguro y así fortalecer su sistema nervioso.
En la mayor parte de los casos, cuando un bebé llora necesita contacto y succión. Como siempre decimos: no tengamos miedo en volver a nuestro instinto.
Una aclaración final: ¡no al extremismo! Está claro que no hay que dejarlo llorar, pero a veces sucede que demoramos unos minutos más en atender su llanto porque, por ejemplo, justo estamos en el baño ¡Es lógico y necesario que nosotras también estemos reguladas! Usemos el sentido común en sentido amplio porque, por más que lo olvidemos, aplica también a nuestra propia vida.
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