Qué es la sologamia: la tendencia de casarte con vos misma que gana adeptos
Casarse con una misma es una insólita tendencia que se popularizó en las redes sociales y los medios, aunque más por su valor simbólico que legal. ¿En qué consiste y qué viene a resignificar(nos)?
11 de agosto de 2022
Sologamia: casarte con vos misma - Créditos: Getty Images
Ya sabemos bien que para poder amar a otros primero tenemos que querernos a nosotras mismas. Pues esto es precisamente lo que las personas que se están suscribiendo a la sologamia, parecen estar haciendo. En una cultura que, aún en plena deconstrucción del amor romántico tradicional y aceptación de nuevas formas socioafectivas, todavía se sigue considerando a la pareja como símbolo de realización personal y fuente de felicidad, la sologamia viene a hacer una declaración sobre esto y a abrir el debate. ¿Quién quiere ser la media naranja de alguien más, cuando podés ser tu propia naranja entera?
Técnicamente la idea de “casarse con una misma” hizo su aparición en el imaginario común hace más de veinte años, en la ya icónica serie Sex and the City, cuando Carrie Bradshaw hacía referencia a comprometerse con ella misma.
Carrie Bradshaw fue un personaje pionero en la idea de "casarse con una misma" y fue tema de uno de los episodios de Sex & The City.
¿Qué es la sologamia y qué viene a resignificar?
La sologamia propone casarse con uno mismo para decir que uno/a es suficiente, no necesita ser completado/a por otro, y que este acto de amor hacia uno/a mismo merece además ser celebrado públicamente o socializado. De este modo, los seguidores de esta práctica conocida aseguran que su cultura reivindica que se puede estar bien en soledad, abrazando la idea de que somos seres ya completos, y que no necesitamos del amor romántico necesariamente.
Pero atenti: que sologamia no significa ni celibato ni soltería indefinida, y como dicen los promotores y practicantes del movimiento, tiene más que ver con decir algo respecto de los vínculos y la fuerza simbólica de este statement, que con un acto que tenga consecuencias legales o reales. De hecho, podés estar “casado con vos mismo” y estar casado, compartir tu vida con otra persona o en la búsqueda de compañero en algún futuro cercano. No son condiciones excluyentes. Se trata más de “no necesitar” a esa otra mitad para sentirte pleno/a, que de negar la compañía o posibilidad de ser felices con otros.
Es más, según algunos psicólogos estas prácticas pueden colaborar con la construcción un sentido de la autoestima y la autovaloración más fuerte, que entre otras cosas, facilite el vínculo con terceros y reduzca la propensión a aceptar cualquier tipo de relación, o hasta de recaer en vínculos problemáticos o violentos.
¿Cómo son las ceremonias?
Las ceremonias de sologamia pueden ser tan variadas como personas; podés elegir que participen amigos o familia y decir(te) los votos a vos mismo en presencia de otros, o incluso hacer ceremonias privadas de uno solo. Las celebraciones puede ser por iglesia, o hacer que alguien las oficie, sea un amigo, consejero, psicólolo o alguien que se haya registrado para poder realizar estas ceremonias, como es posible en algunos lugares como EE.UU.. También podés regalarte un anillo, llevar vestido y hasta un bouquet, como si fuera una boda tradicional.
Si bien no hay -a diferencia de las bodas de a dos-, toda una industria detrás para satisfacer las necesidades de los novios, cada vez más servicios empiezan a pensar y orientar su oferta hacia esta clase de ceremonias apuntadas a resaltar y celebrar la individualidad, incluyendo paquetes de boda que incluyen fotografía, transporte y flores, según cuenta el sitio especializado Brides.com.
La influencer brasilera Cris Galera fue una de las que hizo una ceremonia por iglesia para celebrar su sologamia.
¿Tiene validez legal?
Una ceremonia de casamiento con uno mismo claramente no es -todavía- una figura legal aceptada, y es más gestual que formal. Es decir, no vas a tener que poner “casado/a” cuando llenes un formulario, ni tampoco cambiar tu estatus marital en ningún otro trámite o documento legal. Carece de peso ante los ojos de la ley, por lo que tampoco se te puede acusar de poligamia si llegaras a contraer matrimonio con otra persona en el futuro, o bien, de infidelidad con vos mismo, lo cual también podría considerarse causal de divorcio.
Uno de los antecedentes más mediatizados fue el de Cris Galêra, una voluptuosa modelo de lencería e influencer de Brasil, que se casó a las afueras de una iglesia católica en São Paulo con ella misma, pese a ser cortejada por “miles de hombres en Instagram que se han ofrecido a casarse con ella. “A la mayoría de la gente le encantó y lo encontró interesante. Creen que estoy bromeando, pero algunas mujeres dijeron que harán lo mismo. Me gusta ser una prioridad y yo soy mi prioridad”, explicaba Galêra a distintos diarios en su momento.
En India, un país conocido por tener una cultura del matrimonio bastante estricta y rígida (en la que muchas uniones son arregladas), pero donde también crece esta tendencia, Kshama Bindu, socióloga y blogger, también realizó una ceremonia de compromiso con ella misma. “Fue mi forma de mostrar que acepto las diferentes partes de mí, especialmente las partes que he tratado de negar o tildar de debilidades -ya sea en el aspecto físico, mental o emocional. Para mí el matrimonio es en realidad un acto profundo de autoaceptación. Lo que estoy tratando de decir es que me acepto a mí misma, incluso con esas partes de las reniego”.
¿En sintonía con los nuevos tiempos?
Si bien no hay un movimiento definido, en los últimos años más mujeres y hombres comenzaron a sumarse a esta práctica, dejando en claro que no necesitan una pareja para sentirse bien con ellos mismos; algo que parece ir bien con las nuevas generaciones (Millennials y Gen Z) donde prima la idea del autocuidado, valoración del tiempo y espacio propios, y fluidez de género y sexual como estandartes generacionales y aspiracionales, y cierta amplitud mental hacia modelos alternativos de vida.
Aunque todo esto podría sonar bien, ya que quién podría oponerse a un movimiento que impulsa a quererse a sí mismo y sentirse bien con la vida sin necesidad de una pareja?, los críticos de este movimiento lo tildan de práctica egoísta e individualista. Sin embargo, sus seguidores recalcan que no se trata de vanidad o la búsqueda de atención, sino de autocuidado, y de priorizarse y aceptarse a uno para poder entablar relaciones más sanas con los demás.