Cómo la yoga facial puede ayudarte con los sofocos. - Créditos: Getty
Hace pocos días la actriz y conductora Drew Barrymore, de 48 años, tuvo su primer sofoco en cámara mientras entrevistaba a Jennifer Aniston y Adam Sandler en su programa The Drew Barrymore Show. Lejos de ocultarlo, celebró que quedara registrado, como un modo de naturalizar una realidad que nos toca a muchas mujeres por lo general entre los 45 y los 50, la etapa de la perimenopausia.
La ginecóloga y sexóloga Sandra Magirena, autora del libro Regreso a mí, vivir una menopausia consciente, explica que los sofocos o calores aparecen en ese período en el que el cuerpo se esfuerza por adaptarse, desde que los ovarios dejan de funcionar hasta que llega la regulación extra de la grasa abdominal, que va a funcionar como un órgano endócrino.
Así es que, si estás entrando o transitando la menopausia, está bueno saber que el yoga facial puede ayudarte a transitarlos mejor. Así nos lo cuenta Carolina Winograd, de la escuela de yoga facial Kaliope Glow.
Detalla que hay 2 posturas de nuestra práctica de Yoga Facial y un automasaje sencillo que pueden ayudarnos a reducir -de manera natural y significativa- los sofocos y la sudoración nocturna, a equilibrar el sistema endócrino, a reducir el nivel de estrés y la ansiedad.
1- Ojos de Gato
Ojos de Gato: esta postura tonifica y levanta las partes laterales de la cara (sienes) - donde también accedemos mejor a nuestras glándulas y a nuestro cerebro. Al ejercer presión sobre los músculos temporales, mejoramos la circulación sanguínea en todo el cráneo, lo que lleva más oxígeno y nutrientes a las células, equilibra nuestro sistema hormonal y así reduce sofocos y dolores de cabeza.
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Bajá los hombros y colocá los extremos de las palmas de las manos sobre las sienes (músculos temporales).
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Abrazá la cabeza con los dedos.
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Los extremos de las palmas tienen que cubrir los extremos de las cejas.
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Presioná los músculos temporales primero con las palmas de las manos y luego presioná diagonalmente hacia atrás y hacia arriba (esto creará la apariencia de 'ojos de gato' y levantará la cara).
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Ahora cerrá los ojos intensamente para crear y sentir la resistencia opuesta.
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Tu cuello, hombros y otros músculos faciales deben estar relajados mientras respirás profundamente por la nariz. Mantené la postura por 30 segundos y repetila 2 veces más. Desarmá la postura suavemente.
2- Lifting de frente
Lifting de frente: esta postura también mejora la circulación en todo el cráneo, cerebro y en las glándulas más importantes, ayudándonos a combatir dolores de cabeza, sofocos, ansiedad y sudoración nocturna.
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Empezá la postura con hombros relajados y espalda derecha. Colocá los dedos en la frente y presioná hacia abajo para sentir dónde debe estar el músculo durante la práctica.
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Luego poné la palma de una mano en tu frente relajada. Tu dedo meñique y parte de la palma tienen que cubrir tus cejas y el entrecejo.
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Asegurate de que no quede espacio libre entre los dedos.
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Comenzá a presionar tu frente con la mano y empujala hacia arriba. Cerrá los ojos y comenzá a presionar el músculo de la frente hacia abajo.
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Tenés que sentir dos fuerzas trabajando; una presionando hacia abajo (tu frente) y otra presionando hacia adentro y hacia arriba (tu mano).
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Mantené la postura por 30 segundos, siempre respirando por la nariz de manera profunda y desarmala suavemente. Repetila 2 veces más.
3- Automasaje sobre el punto Extra-1 (Yin Tang)
Automasaje sobre el punto Extra-1 (Yin Tang): lo encontramos en la frente, entre las cejas (justo en el centro). Al hacer digitopresión (o pequeños círculos) en ese punto por 2', podemos favorecer nuestro sistema endocrino, aliviar el estrés y la ansiedad.
En diversos estudios realizados, se observó que la acupuntura, la acupresión y las técnicas de activación sanguínea que trabajan sobre las glándulas internas y el sistema nervioso (lo que hace nuestra práctica de Yoga Facial), estimulan las endorfinas β y otros neurotransmisores, mejorando -luego de 4 semanas de práctica regular- considerablemente los malestares que solemos experimentar muchas mujeres al transitar la perimenopausia y la menopausia.
Probá estas posturas y este automasaje conectándote con tu respiración, con tus emociones, y con tu cuerpo. Podés hacer esta práctica por la mañana sentada y repetirla por la noche acostada, respirando de manera más pausada. Eso te ayudará a conciliar el sueño y a dormir mejor.
Los antiguos taoístas consideraban que el período posterior a la menopausia era uno de los períodos más poderosos de la vida. Aprovechemos, entonces, estas técnicas, sencillas y naturales, que nos brinda el yoga facial para transitar mejor la menopausia.
Carolina Winograd nos recomienda: “Abracemos esta nueva etapa sin tabúes y empoderadas”.