
Semana Santa: cómo generar un descanso real para conectar con vos
La Coach Ontológico y Terapeuta Emocional Celina Cocimano se pregunta: ¿Y si esta Semana Santa te regalás descanso real? Propone ideas para reconectar con vos.
15 de abril de 2025

Cómo generar unos días de tranquilidad y descanso verdadero en Semana Santa - Créditos: Getty
El espíritu de la Pascua resuena mucho más allá de sus raíces religiosas, palpita en el corazón mismo del desarrollo personal como una poderosa metáfora de la transformación humana. Si la Pascua conmemora la resurrección, la victoria sobre la muerte y el renacimiento a una nueva vida, podemos adoptar este simbolismo como una invitación a nuestra propia "resurrección" interna, a la renovación de nuestro ser.
Ha llegado esa pausa en el calendario que llamamos Semana Santa y mi pregunta hoy para ustedes es profunda y directa ¿y si esta vez el regalo más valioso que se hacen a sí mismos es el descanso real? No hablo de esa inercia forzada entre compromisos sociales o de cambiar una rutina agotadora por otra disfrazada de ocio, hablo de detenerse de verdad de permitirse el lujo de la quietud sin la exigencia de la productividad sin la sombra de la culpa por no estar haciendo algo más útil o trascendente.
Es un momento propicio para discernir qué cosas debemos dejar ir. Como la crisálida que se rompe para liberar la mariposa, necesitamos identificar aquellos patrones de pensamiento limitantes, relaciones tóxicas, hábitos autodestructivos y creencias arraigadas que nos impiden desplegar nuestras alas. Este proceso de "muerte" simbólica es esencial para dejar espacio a lo nuevo.
Paralelamente, es crucial reconocer con qué cosas queremos seguir, qué valores nos nutren, qué pasiones nos encienden y qué relaciones nos fortalecen. Al igual que el brote que emerge de la tierra después del invierno, debemos identificar esos elementos vitales que nos impulsan hacia adelante y nutrirlos con intención.
La Pascua nos invita a escuchar atentamente lo que nos molesta, esas fricciones internas y externas que generan incomodidad y malestar. Estas señales son faros que iluminan nuestras insatisfacciones, los desajustes entre la vida que vivimos y la vida que anhelamos. Ignorar estas molestias es postergar nuestra propia "resurrección". Al identificar estas insatisfacciones, comenzamos a preparar el terreno para una transformación profunda.
Piensen por un instante en el ruido constante de sus vidas, las notificaciones, los mensajes las demandas laborales, familiares, personales ese ruido incesante que a menudo silencia su propia voz interior ¿cuándo fue la última vez que escucharon ese susurro que les dice qué necesitan realmente? Esta Semana Santa les ofrezco la posibilidad de sintonizar esa frecuencia olvidada la frecuencia de su ser esencial.
¿Cómo se regala uno descanso real? Empezá por desconectar literalmente: apaguen las notificaciones, guarden el teléfono en un cajón y, si les parece mucho, mirenlo en horarios específicos que definan, desenchufen la televisión o poné de fondo meditaciones guiadas, o videos que hablen sobre temas del Ser, elijan conscientemente un espacio de silencio aunque solo sean unos minutos al día.
Permítanse la lentitud un paseo sin rumbo fijo, la lectura de un libro por puro placer sin la obligación de terminarlo, la contemplación de un paisaje sin la necesidad de fotografiarlo para validarlo, las charlas presenciales con amigos o familia donde estén realmente ahí, con una escucha activa y conectados desde lo humano.
Reconectar con uno mismo a menudo se da en esos espacios vacíos donde no hay expectativas ni agendas. Permítanse el aburrimiento porque en ese aparente vacío pueden surgir ideas creativas emociones largamente postergadas, la simple conciencia de la respiración como un ancla en el presente. Prueben actividades que nutran su alma, pintar escribir, caminar en la naturaleza, escuchar música sin letra, meditar o simplemente no hacer nada con la ventana abierta sintiendo el viento en el rostro.
Este tiempo puede ser una oportunidad para revisar sus prioridades no las impuestas sino las que realmente resuenan con sus valores más profundos. Pregúntense qué los nutre, qué los agota, qué relaciones les dan energía y cuáles se la quitan. Sin la presión del día a día pueden observar su vida con mayor claridad y tomar decisiones más alineadas con su bienestar a largo plazo.
No teman la quietud, no la vean como improductividad, es en ese sosiego donde la mente se calma, el cuerpo se relaja y el espíritu se renueva Este descanso real no es un lujo es una necesidad vital para recargar energías, procesar emociones y volver a la rutina con una perspectiva fresca y renovada. Permítanse este regalo. Permítanse escucharse. Permítanse ser simplemente ustedes en la calma de estos días.
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