Mes de la fertilidad: ¿por qué es importante hacer terapia al encarar un tratamiento de fertilización?
La decisión de tener un hijo que genera expectativas y, también, miedos, ansiedad y frustraciones cuando algo no sale como lo esperábamos; cómo ayudar desde la terapia.
11 de junio de 2024 • 10:42
Fertilización Asistida - Créditos: Getty Images
La decisión de tener un hijo genera expectativas que, cuando no son cumplidas según el ideal, despierta frustraciones, ansiedades, conflictos internos con uno y hacia el otro. Esto genera un impacto negativo para cada miembro de la pareja o persona que desea concebir.
Cuando el embarazo no llega, en muchas ocasiones las causas no se encuentran determinadas por un solo factor biológico, sino que está acompañado por factores psicológicos, culturales, sociales, ambientales y emocionales. En todos los casos, la dificultad para concebir es experimentada como altamente estresante para los protagonistas.
Es posible que los primeros interrogantes que las personas que presentan dificultades reproductivas se hagan a sí mismas, recaigan sobre su cuerpo y funcionamiento. ¿Por qué no puedo conseguir un embarazo? ¿Por qué no puedo alojar un bebé? ¿Por qué mi material genético no es apto? Esto puede percibirse como estar “fallado” a nivel corporal.
Por otro lado, aparecen a nivel psicológico cuestionamientos que recaen en otras facetas de la vida, como en su rol como mujer/hombre, percepción de autoeficacia y productividad, desempeño profesional, laboral, social, de pareja e individual. Además, en cada intento de engendrar que no logra ser exitoso pueden transitar sentimientos de frustración y microduelos que se atraviesa en silencio.
La presión social y de la familia extensa también puede influir negativamente sobre la salud mental en el camino hacia la concepción.
Numerosos estudios científicos infieren que el primer factor de abandono de los tratamientos de reproducción asistida es el estrés psicológico; por lo tanto, es de suma importancia contar con asesoramiento psicológico especializado.
Cómo es el asesoramiento psicológico que se necesita
En este transitar que implica padecimiento y malestar resulta enriquecedor acudir a consulta psicológica especializada en el ámbito, con el fin de generar un espacio de contención y acompañamiento. Dentro de un encuadre terapéutico se podrá profundizar en la historia de vida, identificar modelos parentales, miedos o temores inconscientes y revisar los modos de funcionamiento de la pareja, lo que debería propiciar elecciones conscientes y saludables.
A su vez, permitirá reflexionar sobre interrogantes como: ¿Deseo o mandato? ¿El deseo que nos habita es más fuerte que nuestro padecimiento? ¿Si el “ideal” no se cumple como reponerse a la frustración?
La primera entrevista es fundamental
La primera entrevista psicológica es un momento fundamental, el terapeuta que trabaja en reproducción asistida deberá adaptar la intervención psicológica y los objetivos terapéuticos según el momento específico del tratamiento médico en el que se encuentre la persona o la pareja que llega. Sentirse acompañados, orientados y dar lugar a la palabra será un recurso imprescindible.
En todo este contexto, se observa que la exposición a tratamientos medicamente asistidos irrumpe en el cuerpo, plantea necesidad de definir decisiones a tomar, genera ansiedad ante los tiempos de espera, marca diferencias a nivel de la pareja por contar con recursos diferentes o pensamientos distintos sobre la situación, predispone a conflictos interpersonales por sentirse incomprendidos o juzgados, demanda una reacomodación de las expectativas internas, de los mandatos sociales y de los prejuicios frente a los modelos tradicionales de familia, invita a la reelaboración de la historia infantil- personal y de los conflictos reprimidos. Esta movilización interna repercute en la autoestima del sujeto y lo motiva a apelar a nuevos modos de respuestas.
Qué se escucha en las consultas
En los consultorios los pacientes se sienten aliviados cuando logran diferenciar las dificultades reproductivas o el tener que recurrir a los tratamientos de fertilidad por alguna cuestión, de las otras áreas de la vida, y pueden de esta manera, aferrarse a otros proyectos personales, visualizarse en otras dimensiones de manera positiva y ser productivos en otras áreas significativas de su vida.
Esto a su vez disminuye el estrés, la angustia y la ansiedad e incrementa los recursos de afrontamiento, la adherencia a los procedimientos para evitar su abandono y protegen la salud mental. Al resignificar la visión de sí mismos mejora el contacto con los demás, el cuidado de los vínculos interpersonales y disminuye la cronicidad de los síntomas que suelen aparecer a lo largo del proceso.
El campo de la reproducción asistida fue cambiando y evolucionando considerablemente en los últimos años, por lo que impulsó nuevas preguntas y desafíos para los profesionales de la salud mental, que requiere formación especializada y práctica clínica. Es importante el trabajo interdisciplinario para brindar un acompañamiento integral abordando a las personas y las parejas en toda su complejidad.
Experta consultada: Cecilia Taburet, Lic. en Psicología (UBA). IG @lic.ceciliataburet
En esta nota: