Buenos Aires esotérica: lugares donde comprar todo sobre astrología y tarot

“La bruja tiene la posibilidad de hacer las cosas por sí misma”, dice Dalia. “Hay un vínculo entre la liberación de la mujer, el empoderamiento y ser dueñas de nuestro propio destino con este resurgir del interés por el mundo mágico”.

Así como Fe, que funciona además como una escuela para acercar el Tarot a la gente, existen varios otros lugares a los que ir para zambullirse en este mundo y empezar a correr el velo del misterio. Tal es el caso de Un día en Venus, librería focalizada en temáticas esotéricas (astrología, tarot, magia), que es además una librería secreta, “lo que mueve mucho la curiosidad lectora”, según cuenta su dueña, Leticia Pogoriles.

Para Leticia, tal como para Dalia, el vínculo entre el feminismo y el auge de lo esotérico es claro. “Muchas veces, en astrología o en tarot se habla de los arquetipos, que estuvieron y están atravesados por miradas y estructuras patriarcales. Todo se ha interpretado desde un lugar masculino. Pero en los últimos tiempos vivimos potentes movimientos que empiezan a cuestionar eso y a reinterpretar estos lenguajes desde los feminismos. Básicamente, se buscan otras fuentes de información, no sólo femeninas, sino intuitivas, igualitarias, más profundas, más invisibilizadas”, define Leticia.

En Venus, por ejemplo, se pueden adquirir libros de una amplia gama de temas astrológicos, así como de tarot, “que son muy buscados”. “La librería se va configurando como un espacio abierto para cursos, charlas y seminarios, que vamos delineando en el año con gente que estudia profundamente y que quiere enseñar”, agrega Leticia.

Y, si de estudiar se trata, los dos referentes con mayor trayectoria son sin dudas Fundación CABA y Casa XI, fundadas en 1961 y 1987 respectivamente, que cuentan con carreras de cuatro años para formarse “en el lenguaje sagrado de la astrología”.

Es así como, de la mano de tiendas, librerías y escuelas, Buenos Aires fue incorporando la magia y el misterio de lo esotérico a su variedad de atractivos. “Siempre va a haber prejuicios y escepticismo con respecto al tema, el que diga que sos una chanta que estás diciendo cualquier pavada, pero está más en lo cotidiano, más familiarizado. Hoy digo a qué me dedico y ya no es tan raro como antes”, dice Dalia. “Ahora es mucho más mainstream, hasta hay quienes entran como a una verdulería a pedir bananas”.