Chequeos durante el embarazo: ¿cada cuánto tengo que ir y qué estudios me van hacer?

El área de obstetricia es la encargada de realizar el seguimiento desde el inicio del embarazo hasta los 45 días posteriores al parto. Como básico, se realizan 3 análisis de sangre, 5 ecografías y entre 7 y 10 visitas al especialista. Conocé los detalles.

por

Laura Gambale

12 de noviembre de 2022

Chequeos en el embarazo: ¿qué debemos hacernos? - Créditos: Getty

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Estar embarazada no significa estar enferma ni supone un riesgo inevitable, por lo tanto, la calma no debería cortarse al entrar al hospital: solo son controles para confirmar que todo marche bien. Parece algo obvio, pero puede que no. Cuando sentís una vida creciendo adentro tuyo es común que los miedos y las dudas más inesperadas aparezcan.

Para conocer los detalles acerca de los chequeos que debemos realizar durante el embarazo charlamos con José Ignacio Abasolo, médico del servicio de obstetricia del Hospital Italiano.

“En embarazos sin complicaciones se indican tres estudios de laboratorios básicos, uno por trimestre: el primero entre la semana 7 y la 11; el segundo, entre la semana 20 y 24 y, el tercero, entre la semana 32 y 35”, nos cuenta José Ignacio.

En términos generales, en embarazos con trayectorias saludables se realizan entre 7 y 10 visitas al médico/a obstétrico para tener bajo control los siguientes aspectos: “Buscamos detección temprana de posibles complicaciones en la salud materna o fetal, además de contener a la embarazada, acompañarla y apoyarla a través de brindar información veraz, para que llegue al momento del parto en buenas condiciones de salud”, detalla.

Un dato: el chequeo médico a cargo del área de obstetricia puede iniciar antes de estar embarazada o durante las primeras semanas y se extiende hasta los 45 días posteriores al parto.

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Qué se puede detectar en los chequeos

¿Por qué son importantes los chequeos? ¿Qué se pueden detectar? En la madre: infecciones urinarias, anemias, enfermedades infecciosas, chequeo de grupo sanguíneo. En el caso que estuviera tomando una medicación esto también se tiene en cuenta. Se controla el peso y que aumente adecuadamente en cada etapa (lo recomendable es entre 1 kilo y un kilo y medio por mes). En el segundo trimestre, si fuera necesario se puede pedir una prueba de tolerancia a la glucosa para determinar su hubiera diabetes gestacional.

En el bebé: el crecimiento sostenido a lo largo de todo el embarazo, la cantidad de líquido amniótico que contiene la bolsa, el funcionamiento de la placenta. Al mismo tiempo, se puede determinar si existen malformaciones o alteraciones cromosómicas.

Se realizan al menos 5 ecografías en el transcurso del embarazo - Créditos: Google Images

Chequeos en el embarazo: las ecografías, en detalle

El médico consultado indicó que “se suelen realizar 5 ecografías de rutina a lo largo de todo el embarazo”.

“En el primer trimestre es el momento de mayor riesgo de aborto espontáneo, por eso el primer trimestre suele ser el de mayor riesgo en relación a las probabilidades de que el embarazo se detenga, lo cual en la mayoría de las veces tiene que ver con alteraciones cromosómicas”, puntualiza.

La primera ecografía se realiza hacia las 7 semanas para ver el embrión intrauterino.
La segunda ecografía se espera entre la semana 11 y 14. Es conocida como la ecografía Screening y es a través de la que se puede detectar riesgo de alteraciones cromosómicas.
La tercera se hace entre la semana 20 y 22 y se denomina Scan Fetal. Tiene por finalidad detectar posibles malformaciones o alteraciones del desarrollo normal del bebé. Entre las alteraciones morfológicas se puede identificar si el bebé tiene labio leporino, cardiopatías u otras patologías a nivel renal o de miembros. En esta ecografía también ya se puede confirmar el sexo del bebé.
La cuarta, entre la semana 28 y 30, y la quinta entre la semana 35 y 36. Ambas son útiles para evaluar el estado de la placenta, el líquido amniótico y si logra determinar si hubiera algún factor de riesgo, como puede ser la detección del crecimiento del bebé. En el caso de que apareciera algún riesgo, se aumenta la periodicidad de los controles y, eventualmente, se realizan estudios más específicos como puede ser un Doppler fetal.

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Embarazo: recomendaciones generales

El experto considera que es importante que las embarazadas logren continuar con su vida lo "más normal posible". Consultamos sobre las recomendaciones generales y esto nos contó: “Que mantengan sus actividades cotidianas mientras se sientan en buen estado general y busquen llevar una vida sana en relación a su alimentación. Por supuesto, que no fumen ni tomen alcohol. En relación al deporte, recomienda que opten por prácticas de bajo impacto, como puede ser yoga o pilates".

Al mismo tiempo, para evitar riesgo de diabetes, trombosis o edema en miembros inferiores es recomendable que el aumento de peso mensual sea entre un kilo y un kilo y medio, para llegar al término del embarazo sin otras complicaciones. Tampoco debería estar por debajo de ese peso, ya que también podría complicarse la salud del bebé y/o de la mamá.

Entre las molestias esperables a lo largo del embarazo, también dice que es normal que sientan mucho más sueño, cansancio, que tengan más cantidad de flujo y muchas más ganas de hacer pis.

Pruebas principales y para qué sirven

Amniocentesis: se suele realizar en la semana 16 o posteriores. Sirve para detectar anomalías en el bebé, como Síndrome de Down y espina bífida. Es una prueba que tiene cierto riesgo de aborto (un caso de cada 100), por lo que no se realiza de forma sistemática.
Biopsia de las vellosidades coriónicas: sirve para detectar algunas enfermedades hereditarias. Se realiza tomando una muestra, a través de la vagina o insertando una aguja en el útero a través de la pared abdominal. Tiene un riesgo ligeramente mayor que la amniocentesis, suele ser invasivo y molesto para la mujer.
Muestras de orina: sirve para comprobar la presencia de azúcar en sangre o la presencia de proteínas que podrían indicar preeclampsia. Se suelen realizar junto con el análisis de sangre.
Test de O'Sullivan: es la prueba de la glucosa. Se realiza entre la semana 24 y 28 de gestación y sirve para medir el nivel de azúcar en sangre y descartar una posible diabetes gestacional.
Exudado vaginal y rectal: se realiza en la recta final del embarazo. Es una prueba que se realiza normalmente en la semana 36, aunque puede hacerse entre la 35 y la 37, con el único objetivo de detectar la posible presencia de la bacteria conocida como Estreptococo del Grupo B (EGB), y en el caso de que sea positivo poder suministrarle un antibiótico para el momento del parto, para evitar que el bebé, al atravesar el canal de parto, se contagie.
Por supuesto, se suman las ecografías y análisis de sangre ya mencionados.