Cómo evitar los golpes de calor en embarazadas
En los meses de gestación las mujeres están especialmente vulnerables a las altas temperaturas. Cómo reconocer si sufrís un golpe de calor que puede afectar tu salud y la de tu bebé. Consultamos con un experto.
10 de enero de 2024
Con las fuertes temperaturas, consejos para evitar los golpes de calor si estás embarazada. - Créditos: Getty
El verano recién empieza y el calor estará con nosotras durante largos meses. Para evitar golpes de calor y malestares innecesarios es importante prestar atención a la hidratación y estar a resguardo del sol directo en las peores horas (de 11 a 16, por lo menos). Si bien esta recomendación alcanza absolutamente a todas las personas, los cuidados deben incrementarse especialmente para las embarazadas ya que durante los meses de gestación son especialmente vulnerables al calor.
“Los golpes de calor, la deshidratación y la insolación en la futura madre son frecuentes en estas épocas cuando no se toman los recaudos necesarios para afrontar este tipo de jornadas extremadamente calurosas", nos cuenta Hernán Jensen, jefe del servicio de Obstetricia del sanatorio Otamendi.
Además de la mamá, el bebé también se puede ver afectado ante un golpe de calor. Jensen brinda algunos ejemplos: "Cuando se da en el contexto de un cuadro de deshidratación, se disminuye el aporte de nutrientes desde la madre hacia el feto. A su vez, si los efectos de la deshidratación se prolongan por un tiempo excesivo, esto puede obligar a internar a la madre y tener que evaluar medidas para poder mejorar tanto su salud como la del feto".
Estar bien hidratada es fundamental durante todo el embarazo. - Créditos: Getty Images
Golpe de calor: principales síntomas
1
Aceleración e intensificación del pulso
2
Enrojecimiento de la piel
3
Temperatura corporal superior a los 38 grados
4
Dolor de cabeza y vértigo
5
Mareos, náuseas y/o vómitos
Algunos consejos para evitar un golpe de calor
El jefe de Obstetricia del sanatorio Otamendi detalla algunos consejos que está bueno apuntar y poner en práctica hoy mismo, antes de que el próximo alerta por ola de calor nos sorprenda.
Al salir de casa, llevar una botella de agua para evitar la deshidratación o una posible baja repentina de la presión arterial.
Utilizar accesorios como abanicos en lugares donde no haya ventiladores ni aires acondicionados. Además, mantener nuestro hogar fresco y ventilado.
A la hora de la comida, consumir alimentos frescos como ensaladas y frutas, ya que su contenido en agua es elevado y ayuda a mantener la correcta hidratación.
En caso de ir a la playa o la piscina, no olvidarse de utilizar una crema protectora solar con un factor de protección alto, preferentemente para bebés. Cubrir la piel expuesta en su totalidad y repetir cada una hora. Cabe remarcar que esta crema corresponde colocarla al menos 20 minutos antes de la exposición al sol.
Utilizar ropa ligera y, en lo posible, de algodón. También accesorios para proteger la cabeza, como gorros o capelinas.
Para evitar la hinchazón de pies, se recomienda caminar un rato para favorecer la circulación sanguínea. En caso de tener una pileta o estar en una, caminar dentro de ella ayuda a bajar la hinchazón.
Evitar la exposición prolongada ante los rayos solares en la franja horaria de mayor intensidad (entre las 11 y las 16), en este periodo es conveniente buscar lugares frescos, o incluso climatizados para permanecer en ellos el mayor tiempo posible.
Recordar siempre que la pileta, el mar o el río ayuda a pasar el calor, pero no reemplaza la hidratación: tomar líquido es esencial e irremplazable.
Evitar las comidas pesadas con picantes, frituras o muchas grasas. Mucho mejor con frutas, verduras y comidas frías.