Inscripciones 2023: herramientas para elegir el jardín para tus hijos
Elegir una institución educativa para los más chiquitos puede ser todo un desafío. En esta nota te damos algunas claves y herramientas en la búsqueda del jardín.
25 de diciembre de 2022
Herramientas para elegir el jardín para tus hijos. - Créditos: Getty
Empezar el jardín de infantes es todo un hito. No solo para los chicos, sino también para nosotras como madres que tenemos que pasar a confiar en un otro que cuidará de nuestros hijos e hijas. No es tarea fácil y, por eso, la búsqueda suele comenzar con mucha anticipación. Porque también hay que estar atentas a las vacantes, pensar si queremos una institución privada o pública, con alguna corriente específica de enseñanza, laica o religiosa. Las preguntas son muchas y las respuestas dependerán de lo que cada familia pueda o quiera decidir.
La educación inicial en la Argentina comprende a los niños y niñas desde los 45 días hasta los 5 años. El jardín maternal y el jardín de infantes conforman la unidad pedagógica que conocemos como "nivel inicial". Hasta los dos años, se lo conoce como jardín maternal y de tres en adelante, jardín de infantes. Pero, según la ley, solo los últimos dos años (salas de 4 y 5) son obligatorios. Entonces, ¿cómo elegir un jardín?
Factores para decidir
"Transitar un jardín implica no sólo aprendizajes cognitivos sino también el desarrollo personal, social, afectivo y cultural de cada niño y niña y también de su familia, que se suma a una comunidad educativa con determinados valores y posicionamientos que pueden ser o no afines", explica Ana Jaramillo, psicóloga infantil y autora del libro Mi primer año en el jardín (Pupek). Y señala que los factores que debemos tener en cuenta a la hora de elegir un espacio, tienen que ver con aspectos relativos a las características de la institución, pero también debemos tener en cuenta aspectos subjetivos de los motivos que nos implican en esta elección y decisión. Tener claros ambos (subjetivos e institucionales), nos va a permitir formular las preguntas necesarias en las entrevistas informativas que tengamos.
Primero, debemos reflexionar sobre nuestras expectativas y sobre los motivos por los cuales buscamos un jardín para nuestros hijos e hijas y en este momento en particular. Podemos preguntarnos: ¿qué necesito yo y qué mi hijo/a? ¿Estamos buscando obtener más tiempo de cuidado para poder tener más tiempo disponible? ¿Debo llevarlo a un jardín por mis obligaciones laborales como mamá/papá/cuidador? ¿Quiero que comparta tiempo con pares? ¿Quiero que el lugar sea cerca de casa o cerca de mi trabajo? ¿Tengo preferencia por alguna propuesta educativa en particular?.
"Pensar primero sobre los propios criterios, es el punto de partida para poder analizar mejor las diferentes opciones que tendremos para elegir y evaluar también si los diferentes aspectos que nos proponen son indispensables o no para nosotros", señala.
Sin recetas mágicas
La elección de un jardín de infantes pareciera que condiciona por completo el futuro de nuestros hijos y esto puede generar angustia. Sin embargo, está claro que no hay recetas mágicas y que, como todo en la vida, la decisión es personal. En este caso, además, depende de las características de cada chico, sus intereses, y las posibilidades de cada familia. No siempre podemos elegir a dónde enviar a nuestros hijos. Y muchas veces lo que deseamos no se ajusta a las opciones disponibles en la realidad.
"El vínculo con el conocimiento y el deseo de aprender se construye en lo cotidiano, en nuestras conversaciones, en cómo respondemos a sus preguntas, en las actividades que hacemos juntos, en cómo los acompañamos en el desarrollo de su pensamiento, de su autonomía y autoconfianza. La escuela será una parte en todo este rompecabezas, pero no la única y, en algunos casos, ni siquiera la más importante", aclara la doctora en Educación, Melina Furman, en su libro Guía para criar hijos curiosos (Siglo XXI).
No obstante, hay algunas dimensiones imprescindibles en las que debemos pensar, con honestidad y seriedad, a la hora de elegir un jardín de infantes. Estas son el tipo de gestión de la escuela, el proyecto pedagógico, el perfil de nuestros hijos, la ideología y los valores de la escuela, el tamaño y las instalaciones, la dimensión social, la participación de las familias, el tipo de jornada, la posibilidad de continuar en la misma escuela a lo largo de los años, la cercanía y el costo.
¿Qué preguntar en la entrevista al jardín?
"En la visita a la institución se deben prestar atención a los aspectos edilicios como los espacios físicos, limpieza, seguridad, baños, escaleras, terrazas y patios, etc.; y en las entrevistas, buscar aclarar aquellos aspectos necesarios de cada propuesta educativa institucional, para comenzar a transitar este tiempo previo de preparación previo al inicio, en el que las familias comienzan a pensar aquello que se les dirá a los niños y niñas respecto al jardín y comenzarán a organizar sus nuevos horarios y actividades cotidianas en función de la inclusión de este nuevo espacio en sus vidas", explica Jaramillo.
Sobre los aspectos institucionales podemos preguntar:
- Cómo es el lugar físico.
- Cuántos niños y niñas hay por sala.
- Cuántos docentes hay a cargo de la sala y de las actividades especiales.
- Los costos económicos.
- Qué tipo de actividades se desarrollan en la jornada.
- Si hay actividades extraescolares.
- Si dentro del proyecto educativo dan mayor prioridad a determinadas áreas más que a otras.
- Si la institución tiene determinada característica en relación a los idiomas, o educación religiosa que sean importantes para la familia.
- Cómo se acompañan desde la institución los procesos evolutivos de los niños y niñas (por ejemplo, dejar el pañal), así como aquellas situaciones en niños y niñas que requieran de la atención de necesidades especiales.
- Cómo se implementan las cuestiones de cuidado dentro de la institución.
- Cómo se implementan las cuestiones de seguridad del niño/a dentro de la institución.
"Quizás no todos estos aspectos son fundamentales para cada familia, por eso insisto en la importancia de poder reflexionar sobre los propios criterios para poder ser conscientes de las expectativas que tenemos en esta elección, pues estas serán contrastadas con la realidad cuando comience el jardín el próximo año", asegura la psicóloga infantil.
Además, podemos hacer un trabajo detectivesco para ver cómo se vive esa escuela, más allá del discurso. Por ejemplo, contactarse con familias que asisten a esa institución y ver las actividades que hacen o ir algunas veces a la salida o entrada del jardín para conocer a la comunidad de padres y chicos. Pero lo más importante es, como señala Furman "imaginarnos cómo va a ser nuestro día a día durante los próximos años, con el mayor detalle posible". Esto nos va a permitir pensar en nuestras opciones reales, más allá de la idealización de una institución.
Más allá de todos los consejos o recomendaciones, es clave saber que no existe el jardín ideal y que siempre, si no nos gusta, podemos cambiar.