Los 8 (anti) consejos posparto que nunca nadie se animó a dar

Dormí en algún momento, si dormís. Tenemos que ser realistas, es muy probable que durante los primeros meses (o años) dormir no vaya a ser una de las actividades más populares en tu vida. Respirá, aceptalo y seguí adelante. 

Una de las mejores decisiones que podés tomar es “escaparte” cuando necesitás un respiro, un recreo o un momento para vos. Puede ser una vuelta a la manzana, una ducha más larga de lo común o tomarte 1 hora para hacerte las manos. Está bien que quieras estar bien. Dejale el bebé a una persona de tu confianza y andá. Mamá feliz, bebé feliz.

Soltar. Entendés el verdadero significado de esta palabra durante el posparto (y por qué no, la maternidad entera). Salvo que cuentes con ayuda 24/7 en tu casa, es probable que no puedas tener todo tan limpio ni aesthetic como lo tenías antes de tener hijos. Mirá para otro lado, escondé con el pie esas migas debajo del sillón y que la ropa se lave otro día. Si podés, aprovechá esos 10 minutos para dormitar porque, seguramente, esta noche tampoco vas a poder dormir de corrido.

Opinólogos sobran y en la maternidad (todavía no sabemos cómo) se multiplican. Hagas lo que hagas, tomes la decisión que tomes, siempre va a haber alguien con una opinión para dar. Vos no tenés que justificar ninguna de tus decisiones a la hora de decidir lo que es mejor para tu hijo y tu familia.

Algunas no lo creen hasta que lo viven, pero la realidad de la mamá posparto es esa: no tener tiempo ni para tomar un café caliente o bañarse. Sí, por momentos puede resultar desesperante y abrumador pero nosotras no vamos a mentirte. Puede pasar. Tranquila, con el tiempo todo se va a acomodando y, aunque sea, ¡te vas a poder lavar los dientes una vez al día! 

Crecimos viendo películas con lactancias perfectas e ideales, lejos de la realidad que viven muchas mujeres. La lactancia es hermosa, pero también desafiante. No bajes los brazos si te encontrás con alguno de ellos. Pedí ayuda si tu deseo es seguir amamantando y no creas en todos los mitos de lactancia que circulan por el vecindario. 

Los primeros meses después de la llegada de tu hijo a este mundo, en general, lo dejan patas para arriba. Muchas no se esperan lo que se vive y, por la falta de información, el golpe suele ser más duro. El modo supervivencia está más que bien. Tenés que darte tiempo para acomodarte al nuevo ritmo de vida con una personita que depende de vos 24/7. 

Somos las primeras en no romantizar la maternidad. Estar bien, feliz y agradecida es un estado hermoso. Pero seamos honestas, no se puede estar así todo el tiempo, especialmente durante el posparto, cuando las hormonas bailan en todas las direcciones posibles. Permitíte angustiarte, llorar y replantearte la vida y a los 10 minutos volver al estado de amor profundo por la personita que trajiste a este mundo. ¡This is posparto, baby!

Por Nannu y Joy, de Alice in Momland. Gentileza para OHLALÁ!