Maternidad: congeló sus óvulos y pudo ser madre soltera cuando lo decidió
Érika Bucholc no tenía pensado realizar un tratamiento de fertilidad de inmediato, pero quiso congelar sus óvulos porque sabía que en algún momento iba a querer ser madre.
18 de julio de 2022 • 00:59
Érika y su hija Julia - Créditos: Gentileza Érika
Érika Bucholc sintió que había llegado el momento de tomar cartas en el asunto si quería ser madre en un futuro. Tenía 37 años, estaba sin pareja, y su ginecóloga le sugirió que congelara óvulos si pensaba tener un hijo en algún momento. Entonces se decidió: congeló 7 óvulos, pero no inició ningún procedimiento de fertilidad.
Congelar óvulos es la mejor alternativa para detener el tiempo en lo que incumbe a la medicina reproductiva. No hay una ley que establezca un límite de edad para hacerlo, pero por lineamientos de las sociedades internacionales, los tratamientos son recomendados hasta los 50 años de la mujer.
Érika recuerda el proceso de congelamiento. “Disfruté cada momento, incluso, cuando me tenía que inyectar la medicación”, dice.
Un año más tarde, tras la vitrificación, la mujer tuvo “inmensas ganas de ser madre” y regresó para comenzar con el proceso de ser mamá soltera por elección.
Los primeros tratamientos
Luego de investigar y reflexionar al respecto, Érika empezó con tratamientos de fertilidad de baja complejidad, porque no tenía ninguna condición para no quedar embarazada. Solo le faltaba el esperma.
Luego de dos intentos fallidos, el tercero dio resultado. “Debo admitir que fue el que menos pensaba. En la semana en que me tocaba realizar la inseminación, me pasaron muchas cosas a nivel personal y estuve a punto de suspenderlo, pero gracias a las enormes ganas de que funcionara y el empuje de mi médica, seguí adelante y así fue”, nos cuenta.
Su energía y deseos de ser madre se cumplieron. Y no solo eso, fue con sus propios óvulos, no con los vitrificados. En julio de 2019, nació su hija, Julia.
Por qué congelar óvulos
Se congelan óvulos para diferir maternidad y pueden usarse para un primer embarazo, para el segundo o, tal vez, no necesitarlos nunca. Lo importante es contar con ellos, hacer prevención y saber que el paso del tiempo a la mujer le juega en contra. Otras razones para congelar óvulos son los problemas de salud que puedan comprometer la fertilidad y ciertos tipos de cáncer.
Especialista consultada: Marisa Geller, Médica Especialista en Reproducción y Directora Médica de In Vitro Buenos Aires.
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