Lionel Messi y Antonela Roccuzzo: su inspiradora historia de amor

Se vieron por primera vez en la casa del primo de Antonela, en Rosario. Lio era amigo suyo de fútbol y apenas la vio, no dudó en preguntarle quién era esa chica. El flechazo fue directo. Empezaron a verse más, pero como una amistad, porque ella no quería estar de novia. Con los años, él se enamoraba cada vez más y ella, comenzaba a verlo con otros ojos.

Hacia el 2000, la familia de Messi se trasladó a Barcelona y empezaron a tener una relación a distancia. Aunque el rosarino viajaba al país cada vez que podía, era difícil para ambos. Pero un accidente de tránsito marcó un momento clave en su relación: una amiga íntima de Antonela falleció y él no dudó en tomarse un vuelo directo para estar ahí con su novia, en medio del terrible dolor. Ese apoyo afianzó la relación y la hizo más fuerte.

Recién a mediados de 2007, la rosarina les contó a sus amigas que estaba de novia con Messi y que lo iban a intentar de verdad. Mientras estudiaba la carrera de odontología, combinaba sus tiempos con los de su novio, para viajar a Barcelona y estar con él lo máximo posible. Pero no fue hasta el 2010 que decidieron formalizar su romance a la prensa, después del Mundial de Sudáfrica. En ese momento, Antonela abandonó Rosario, dejó los estudios y se mudó oficialmente a Cataluña con Lio.

En 2012 estrenaron el título de padres con la llegada de Thiago, el primer hijo de la pareja. Tres años más tarde nació Mateo y, en 2018, tuvieron al menor, Ciro. Pero un año antes, los niños que crecieron enamorados dieron el "Sí, quiero" en la cuna del amor: su querida Rosario. Una fiesta impresionante en la que no aceptaron regalos de sus invitados, sino donaciones para su Fundación Leo Messi, que lucha por el fortalecimiento de los sistemas sanitarios para pelear contra las enfermedades prevalentes de la infancia en los sectores más vulnerables y marginados.

Hoy, son unas de las parejas más queridas y afianzadas del mundo. Juntos, supieron derribar las barreras de la distancia para construir un amor inquebrantable, basado en la unión, el respeto, el cuidado y la elección, de todos los días.