¿Se puede estar enamorado de dos personas a la vez?
¿Se puede estar enamorado de dos personas a la vez? Conversamos con un psicoanalista para indagar sobre distintas formas de amar, de vincularnos y de enamorarnos en la actualidad.
11 de mayo de 2024
Con la "caída del ideal" aparece la posibilidad de uno o más amores reales. - Créditos: Getty Images
Bajaste la barrera y el control cedió: ya no te importa, incluso te gusta, que te vean sonriendo sola/o, como si estuvieras perdida/o en recuerdos y proyecciones. Sentirse "flotar" en medio del caos de la rutina diaria, ¿qué mejor? Cuando te enamorás se activan emociones y sensaciones corporales muy cercanas a la felicidad. Esa persona te hipnotiza e invade todo tu mundo por un tiempo. ¿Alguna vez te enamoraste? Y, ¿de dos personas a la vez?
Veamos primero qué dice la ciencia respecto al amor romántico. Desde el aspecto biológico, se sabe que el amor romántico está asociado a la liberación de neurotransmisores como la dopamina, la oxitocina y la serotonina, que generan sentimientos de atracción, apego y bienestar emocional.
De acuerdo a una revisión científica publicada en 2023 sobre la base de 42 estudios a lo largo de dos décadas de estudiar los mecanismos biológicos del amor romántico, se lo definió como “una conexión más profunda que la lujuria, pero distinta del apego asociado a una relación de pareja duradera”.
Para analizar el estado de enamoramiento, los expertos observaron cómo se comportaban las personas enamoradas durante la primera fase (generalmente es antes de cumplir el año) en escáneres de resonancia magnética para evaluar lo qué ocurría en sus cerebros mientras miraban fotos de sus parejas. Entre los hallazgos principales, se determinó que había mayor actividad en zonas del cerebro con alta presencia de dopamina, que es el neurotransmisor que activa el circuito de recompensa percibiendo al amor como una experiencia placentera similar a la euforia asociada con el consumo de algunas drogas.
Cuando te enamorás se activa la dopamina, el neurotrasmisor de la "felicidad" - Créditos: getty
Para aproximarnos a una respuesta posible (aunque nunca absoluta), conversamos con el psicoanalista Leandro Palma, para encontrar en la psicología una herramienta con la cual seguir pensándonos sobre cómo actuamos cuando nos enamoramos. Para empezar, nos propone definir enamoramiento.
Sigmund Freud, en su texto de 1921 titulado “Psicología de las masas y análisis del yo”, equipara el estado de enamoramiento con el estado hipnótico donde, según interpreta Leandro nos dice que casi no hay distancia entre el enamoramiento y la hipnosis. “El hipnotizado brinda las mismas pruebas de humildad, sumisión, docilidad y ausencia de crítica con el hipnotizador que el enamorado con la persona de la que está enamorado. Esto supone que tal es su fascinación que podría, incluso, borrarse como sujeto y hasta sacrificar su propio deseo”, cuenta.
Cuando estás en la etapa del enamoramiento, el ideal todavía "no cayó". - Créditos: Getty Images
Si el vínculo posible en el enamoramiento se encuentra atravesado por la sobreestimación e idealización de la pareja (el objeto de amor, en términos psicoanalíticos), Leandro deduce que “la posibilidad de estar enamorado de dos personas a la vez es posible, fundamentalmente porque el enamoramiento puede no reducirse a una sola persona, sino que podría darse sobre dos personas a la vez siempre que reúnan las condiciones de ideales para el enamorado”.
Y resalta algo fundamental: no es lo mismo estar enamorado que amar a alguien. Por eso dice que pensar una relación de amor, ya sea con una o más personas, supone una construcción en el tiempo donde hay que ir más allá de las "coordenadas ilusorias e ideales del enamoramiento". “Si establecer un vínculo de amor requiere de mucho tiempo y trabajo, establecerlo con dos personas en simultáneo podría ser más complejo, pero no imposible”, resalta.
Enamoramiento: los aspectos conflictivos
El enamoramiento se encuentra sostenido por un ideal y ahí está el primer punto de conflicto, según nuestro experto consultado: Lo ideal es incuestionable, lo real no. Es decir que, mientras lo ideal es atemporal y permanece intacto con el paso del tiempo, lo real necesariamente cambia respecto de cómo se lo anhelaba en un primer momento. “Es frecuente escuchar a los pacientes quejarse porque su pareja ya no es la misma, porque ha cambiado. Con esto llega la caída del ideal y muchas veces, del enamoramiento hacia una o más personas”, refuerza.
Es en este punto cuando aparece la posibilidad de un amor real. O dos, dependiendo de la cantidad de personas de las que uno/a se haya enamorado. Por supuesto, desliza Leandro, que, si es complejo el vínculo con una sola persona, con dos puede ser mucho más complicado, aunque no imposible. ¿A dónde nos conduce este nuevo estadio? Hacia la posibilidad de construir un amor más real.
“La otra persona no puede amarnos como nosotros queremos que nos ame, nos amará a su manera, cómo puede y cómo le salga. Al mismo tiempo que nosotros no podremos colmar de manera alguna las expectativas ideales de otro. Estamos en este momento ante la posibilidad de inventar una forma de amar que vaya más allá del espejo, que vaya más allá de los ideales. Algunas parejas no llegarán mucho más allá del enamoramiento. Otras logran atravesar la fase del enamoramiento, pasar la desilusión y finalmente inventar su propia forma de amar”, analiza.
Y nos trae una reflexión final que nos encanta: “Parece no haber una forma de vincularse entre personas a través del amor que nos den garantías. Apostar al amor es ganar, perder y, también, aprender. Muchas veces, llegar al final de un amor (o más de uno) y hacer el trabajo de duelo, nos permite conocer el amor al fin, como dice Fito Páez cuando canta ‘el amor después del amor’”.